Capítulo 08: Sala de Armas
Luego de caminar por algunos minutos finalmente llegaron hasta la entrada, unas enormes puertas de madera que parecían tener miles de años los separaban del interior.
Una serie de recuerdos regresó a Ryou mientras Gu Kuan abría las gigantes puertas.
Eran memorias de una época antigua…
“¿Cuántas decenas de miles de años han pasado desde aquello?”
Suspiró Ryou mientras recordaba.
En aquella época un gran personaje que estremeció a todo el Gran Desierto Oscuro y sacudió al imperio apareció en este lugar.
En ese momento como Vigilante de los Cielos, o mejor dicho como prefería llamarse a sí mismo, como Esclavo de los Cielos; tuvo la obligación de seguirlo de cerca.
Todos los que tuvieran oportunidad de desafiar a los cielos en un futuro, serían observados por Ryou durante sus vidas. Esa era su más grande misión.
Al abrirse las puertas una enorme sala circular apareció ante sus ojos, había cientos de armas colgadas en las paredes, y también unas pocas cajas de madera cerradas en el suelo que Ryou estimó que contenían más tipos de armas dentro.
“Escoge una”
Ordenó Gu Kuan.
Ryou pudo apreciar al instante una prueba exacta de cómo había decaído la tribu Roca Ardiente. En aquella época la Gran Tribu Roca Ardiente contenía miles de armas y armaduras de todo tipo. Pero ahora lo habían perdido casi todo, solo les quedaban menos de 600 armas y ninguna armadura. Esto no era una novedad ya que actualmente ni siquiera conservaban el status de Gran Tribu pero aun así no dejaba de ser un poco chocante ante la vista de alguien como Ryou, quien los había observado en sus épocas de oro.
Paseó por el salón brevemente buscando cierto objeto, pero no logró encontrarlo por ningún lado. Frunciendo el ceño pensó:
“¿Tantos siglos en decadencia le ha costado a la tribu Roca Ardiente perder su objeto más valioso también?”
“Revisaré en las cajas…”
Informó Ryou con ansiedad.
Gu Kuan lo miraba curioso, era la primera vez que traía un nuevo recluta a esta sala y no parecía estar emocionado con ninguna de las cientos de armas que había en las paredes.
“Aunque ese sable curvo que traes es una buena arma, sigue siendo inferior a la mayoría de las armas que ves aquí”
“Por otro lado en las cajas solo hay armas viejas, oxidadas, dañadas o sin filo”
“No encontrarás nada útil”
Comentó, pero Ryou lo ignoró y abrió la primera caja de madera.
“Un montón de basura sin arreglo”
Pensó mientras la cerraba, y se dirigió hacia la segunda caja sin mucha expectativa.
Esta caja lucía sucia y polvorienta, claramente no había sido tocada en muchos años.
Ryou la abrió lentamente y echó un vistazo. Sus ojos comenzaron a brillar de emoción.
“Hahaha ¡Por fin te he encontrado!”
Exclamó emocionado, y sacó de la caja una vieja espada corta de bronce que tenía una empuñadura decorada con una gema roja llena de polvo.
Gu Kuan parecía confundido ante la actuación de este nuevo recluta.
Este joven despreció una sala llena de buenas armas afiladas pero ahora lucía emocionado por una vieja espada ornamental sin filo. No podía entenderlo.
“Me llevaré esta.”
Declaró Ryou mientras acariciaba suavemente la empuñadura de la espada.
“¿Estás completamente seguro? Luce como una vieja espada ceremonial sin ninguna utilidad real”
Ryou asintió con la cabeza, y preguntó:
“¿Dónde puedo encontrar un herrero?”
“Esto… mañana temprano puedo llevarte a conocerlo”
“Muchas gracias instructor Gu Kuan”
Dijo Ryou con respeto, inclinándose levemente.
Gu Kuan no entendía porque este joven le preguntó por un herrero, ni porque escogió esa arma en particular, pero tampoco intentó averiguarlo. Este nuevo recluta era demasiado excéntrico desde todo ángulo así que dejo pasar el asunto y se limitó a decir:
“Ahora te llevaré hasta las habitaciones de descanso para nuevos reclutas, y si tienes dudas sobre los horarios o cómo funciona el cuartel puedes consultarlas con tus compañeros”
Esa misma noche, mientras sus compañeros dormían, Ryou se encontraba en su cama de paja limpiando meticulosamente la gema roja de la empuñadura de su espada mientras divagaba en sus recuerdos...
“Aquel gran personaje usó esto para poner al imperio de cabeza durante esa época…”
“Y en sus últimos años decidió devolverá al lugar donde la había encontrado, pero su Armadura Escarlata de Orión era conocida por todos así que para evitar que este tesoro cayera en malas manos quitó la Gema Escarlata de Orión que estaba incrustada en su armadura y la colocó en esta frágil espada corta de bronce sin filo”
“La gente nunca supo que su invencible armadura no era la fuente de su gran poder, si no esta gema roja que estaba incrustada en su armadura”
Recordó Ryou con nostalgia.
“Tantos años pasaron y nadie volvió a tomar posesión de esta gema, sin duda supo cómo ocultarla a plena vista…”
Mientras Ryou recordaba el pasado, una persona llena de intención asesina lo acechó desde la oscuridad.
Esta persona traía vendas en su mano y una expresión desagradable. Lentamente se dirigió hacia Ryou.
“Pagarás muy caro lo que me hiciste esta noche”
Afirmó con furia, por supuesto esta persona no era otro que Liang Tang.
Pero Ryou lo ignoró y siguió jugando con la gema roja de su espada corta sin ni siquiera mirarlo.
“¿Te atreves a ignorarme? ¡Estás buscando morir!”
Ryou rió, y se burló:
“Eso depende de si tienes las calificaciones necesarias para hacerlo”
“¿Qué podría hacer un mocoso manco como tú? Mejor concéntrate en curar esa mano fea que traes.”
Liang Tang parecía muy confundido, la actitud actual de Ryou no se parecía en nada a la que tenía antes. Incluso se atrevió a llamarle mocoso cuando era más joven que él. Parecían dos personas diferentes, y finalmente entendió que la actitud de antes era solo una actuación. Este era el verdadero Ryou y era dominante al extremo.
Había querido pasarse de listo antes y en el camino se hizo de un gran enemigo. Pero aun así su orgullo como recluta novato número 1 no le permitió aceptar esta realidad.
“No creas que nadie puede tocarte solo porque estoy lesionado, mis dos hermanos mayores son guerreros de nivel 3 y cuando regresen con el grupo de cacería te darán caza a ti”
Después de escuchar esto, Ryou permanecía tan tranquilo como siempre y se limitó a reírse entre dientes.
“¿Dices que me darán caza? ¡Haha!”
“¡Estoy acostumbrado! Diles que por aquí los espero”
“Ahora márchate antes que te arregle la otra mano también”
Dijo dominantemente mientras hacía un gesto de desdén con su mano, como si estuviera espantando una mosca.
En ese momento la cabeza de Liang Tang parecía una tetera con agua hirviendo dentro.
Lo miró por última vez y se marchó lleno de odio.
Ryou fijó su mirada en la gema roja y dijo suavemente:
“Espera un poco más, mañana te sacaré de esa prisión y con el tiempo volverás a dominar sobre estas tierras otra vez.”
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