Capítulo 23: Gran Tribu Sol Radiante
Una hermosa vista se asomó a la distancia, era prácticamente como una bella ciudad.
La Gran Villa Principal era una obra de arte llena de vida.
Si se la tuviera que comparar con la Villa Principal de la Tribu Roca Ardiente sería, por lo menos, unas tres veces más grande. Además todos sus pobladores vestían bien, las calles eran limpias y el nivel de prosperidad en general estaba en la cima de todo el Gran Desierto Oscuro.
Al cruzar la entrada fueron recibidos por una comitiva de bienvenida formada por algunos ancianos de la tribu que los estaban esperando.
Luego de desmontar, uno de los ancianos de la tribu acompañó a Gu Heng y al Búfalo Feroz hasta el establo gigante de su tribu; mientras que los demás ancianos guiaron al resto del grupo por las calles de la Gran Villa.
Ryou notó que todos los ancianos, en la comitiva de bienvenida, eran del rango Gran Guerrero. Esto demostró cierta superioridad con respecto a la tribu Roca Ardiente, donde solo había algunos pocos.
Los ancianos con frecuencia les marcaron algunos puntos de interés en su recorrido, con la idea de fomentar el conocimiento de los invitados sobre la Gran Villa Principal.
De todos los lugares indicados, el único en el cual Ryou estaba interesado era el mercado. Este mercado era considerado como el más grande en todo el Gran Desierto Oscuro, con cientos de tiendas y mercaderes. Incluso había una casa de subastas milenaria en la cercanía, que también funcionaba como casa de entretenimientos. La cual era especialmente interesante para Ryou. Ya que según sus conocimientos, en ese lugar se encontraba otro de los objetos supremos a conseguir de su lista. Pero antes de intentar poner sus manos en este, sabía que tenía otras cosas que hacer primero.
Al llegar al destino los ancianos les explicaron la situación actual, el torneo empezaría dentro de tres días, por la mañana, y mientras tanto se hospedarían en uno de los palacios principales de la Gran Villa. Este palacio dejó impresionados a la mayoría del grupo de la Tribu Roca Ardiente, ya que era tan grande como el de su Jefe Tribal.
Estaba decorado con enormes ilustraciones y era sostenido por columnas blancas imponentes. Sin embargo, este palacio ni siquiera era uno de los más grandes de la Gran Villa Roca Ardiente. Apenas el tercero en la lista según explicó uno de los ancianos.
Ryou no quería desperdiciar su tiempo admirando cosas superfluas, y decidió despedirse del grupo. Hasta el día del torneo podían ocupar su tiempo como quisieran.
Pero cuando estaba por marcharse, fue detenido por el primer anciano del consejo.
“Espera… antes que te marches…” Lo detuvo Gu Ming, y luego agregó:
“Tengo una bolsa llena de Oro de parte del anciano Kui Yu para ti”
Ryou entendió de inmediato que su propuesta había sido aceptada. Una sonrisa se dibujó en su rostro. Había pensado que Kui Yu no llegó a juntar el dinero a tiempo lo cual complicaría un poco sus actuales planes de comercio, pero parece que ese no era el caso.
Luego de contar las 300 monedas de oro rápidamente; extendió su mano y le entregó el pergamino con las fórmulas y métodos de alquimia a Gu Ming, quien lo guardó celosamente en su manga.
Finalmente se despidió del anciano, y se marchó hacia el mercado.
Mientras caminaba por la calle, fue alcanzado por Naomi que con sus ojos iluminados le dijo:
“¿Irás al mercado verdad? ¡También quiero ver qué hay de bueno ahí!”
Ryou asintió. Aunque Naomi conocía bien este lugar, hacía varios años que lo había visitado por última vez y era normal sentir curiosidad.
Al llegar al mercado, lo primero que llamaba la atención era una enorme torre oscura hecha de piedra que se ubicaba al fondo del mismo. Esta torre, a pesar de no ser extremadamente alta, era simplemente impresionante por su tamaño de base y desde tiempos inmemoriales estaba ocupada por la casa de subastas y entretenimientos.
Recorriendo la calle del mercado, podían verse cientos de mercaderes con sus lonas ofreciendo productos de todo tipo y también tiendas con vidrieras que mostraban sus mercancías. Además había algunos carteles pegados indicando la fecha de la próxima gran subasta. Claramente era propaganda proveniente de la torre.
El nivel de seguridad en este lugar también era bastante alto, Ryou pudo notar que había varios guardias y expertos ocultos entre la multitud.
“Intentar robar algo aquí es posiblemente un suicidio” Pensó mientras observaba los alrededores.
“¡Mira eso!” Exclamó emocionada Naomi, mientras señalaba disco circular apoyado en una de las lonas.
El mercader de la lona notó de inmediato el interés de la joven, y mencionó:
“Tienes un buen ojo, este es un disco de reproducción. Si lo colocas en una matriz de reproducción puedes obtener los contenidos del mismo permitiéndote experimentar la sensación de estar en el lugar donde fue grabado y ver todo lo que sucedió ahí”
“Como seguramente la señorita sabe, estos discos son sumamente raros y aún más las matrices de reproducción. Por lo cual no conozco su contenido pero estoy seguro que debe ser algo muy impresionante para ser grabado en este disco”
El mercader notó que la joven parecía cautivada por sus palabras, y remató:
“Una técnica secreta o un método de cultivación superior podría ser una opción probable, pero aun así puedo venderle este disco a un muy buen precio, solo porque usted es una conocedora del asunto. Por solo 5 monedas de oro puede obtenerlo hoy”
Naomi parecía estar pensando sobre las palabras del comerciante, cuando Ryou agitando la mano sentenció: “Es solo un disco de reproducción, que sea algo raro aquí, en el Gran Desierto Oscuro, no significa nada. En realidad se consiguen fácilmente en lugares como el Reino Celestial de Pirea. Además sin conocer el valor de su contenido, es solo un objeto inútil”
El comerciante mostró una mueca de desprecio, y comentó:
“Puedo rebajarlo a 2 monedas de Oro por esta vez…”
Ryou ni siquiera lo miró cuando comenzó a caminar diciendo:
“No pagaría ni 20 monedas de plata por tal cosa ¡Vamos!”
Al comienzo Naomi creyó que Ryou era un poco conservador con el dinero, después de todo el disco podría haber sido algo bueno y ella nunca había visto uno antes. Pero cuando el mercader bajó su precio, hasta 2 de oro directamente, fue un poco sospechoso.
Los dos jóvenes siguieron caminando durante un rato, y esta vez Naomi no sugirió revisar ningún artículo en particular.
Finalmente llegaron hasta una gran tienda con una vidriera brillante llena de objetos impresionantes en su interior. Ryou decidió entrar.
Un hombrecillo de mediana edad, con unos enormes lentes los saludó cortésmente.
A pesar que Ryou tenía solo 13 años ya le sacaba una cabeza de diferencia a esta persona. ¡Era extremadamente bajo!
“¿Cómo puedo ayudarles?” preguntó el hombrecillo de lentes.
“Estoy buscando una bolsa interespacial de gran calidad” mencionó Ryou casualmente.
El hombrecillo tensó sus cejas y se puso serio, solo los más grandes personajes usarían un artículo de lujo como ese para transportar objetos. Desde su punto de vista, Ryou debía ser un joven amo heredero de una gran potencia o algo similar para poder requerir de semejante artículo.
Una bolsa interespacial le permitía a su dueño guardar un enorme volumen de cosas dentro, haciendo que puedan llevarse de forma oculta una gran cantidad de objetos.
La razón por la cual solo grandes comerciantes y personajes supremos del desierto podrían tenerlas, es porque costaban una gigantesca cantidad de dinero.
El comerciante además recordó las palabras: “De gran calidad”
Tosiendo dos veces dijo:
“Tengo lo que buscas, aguarda aquí unos instantes”
El hombrecillo bajo unas escaleras rápidamente, y segundos después regresó con una caja de madera en sus manos.
La apoyó en el mostrador y la abrió.
Ryou pudo ver en su interior un saco color marrón, parecía una simple bolsa de tamaño pequeño como las que usaban los aldeanos para contener el trigo, maíz o arroz pero al tocarla podía sentirse una misteriosa y profunda energía que la rodeaba.
“Esta es una bolsa interespacial de calidad baja…” Replicó Ryou con decepción en su rostro, y luego preguntó: “¿Es realmente la mejor que tienes?”
El comerciante parecía aturdido. Pero era la única que tenía en su tienda, y su tienda era una de las mejores en todo el mercado, así que simplemente asintió con la cabeza sin mostrar vergüenza alguna.
“Bueno siendo así la llevaré igual, siempre en cuando el precio sea justo…” comentó Ryou.
El comerciante pensó unos instantes, y haciendo una demostración con sus dedos informó:
“Joven amo, este humilde comerciante la vende por 150 monedas de Oro”
Naomi, que miraba la situación a la distancia, había oído hablar sobre estas misteriosas bolsas en el pasado. Pero nunca había visto una, ya que ni siquiera su padre tenía una de estas. Así que cuando escuchó su precio, se escandalizó al instante.
Parecía difícil de creer que algo que lucía como un pequeño saco de maíz pudiera valer tanto.
“Demasiado derrochador” Pensó ella, mientras recordaba que minutos atrás Ryou no quiso pagar dos monedas de Oro por un disco de reproducción.
Ryou lanzó su contraoferta de inmediato:
“Te daré 120 monedas de Oro, y solo porque planeo hacer negocios contigo de aquí en adelante”
El comerciante no fue lento, ni estúpido, y entendió de inmediato lo que significaban esas palabras. Tener un cliente regular de la talla de Ryou era un gran negocio para cualquiera.
“En vísperas de una relación de comercio duradera, he decidido aceptar la oferta del joven amo” Sentenció el comerciante entregando la bolsa interespacial.
Ryou se la ató casualmente en su cintura, y devolvió la caja de madera diciendo:
“Puedes quedarte con esto”
Luego le entregó al comerciante una lista con ciertos objetos específicos, con el fin de que se los consiguiera lo antes posible.
“Pagaré jugosamente por cada objeto de esta lista que puedas conseguirme lo antes posible” Aclaró Ryou.
Naomi pudo leer de reojo algunos de los objetos de la lista, su precio de oferta por unidad estaba escrito al lado de cada objeto. ¡Y ninguno costaba menos de 5 monedas de oro!
Ella jamás se imaginó que Ryou en realidad era sumamente rico. Tomando en cuenta la pequeña aldea de la que provenía y sus antecedentes personales, pensó que a lo sumo tendría algunos ingresos como alquimista. Pero esto superaba ampliamente su entendimiento sobre este joven, que parecía no importarle en lo mínimo gastar cientos de monedas de oro.
“Rico al extremo…” Estimó ella con sorpresa.
Ryou metió rápidamente todos los objetos de su gran saco de tela en su nueva bolsa interespacial, y minutos después ambos jóvenes se despidieron del comerciante.
Al salir de la tienda, él ya había fijado un nuevo objetivo en su vista. La enorme torre de piedra usada como casa de subastas sería su próxima parada. Con la esperanza de hacer negocios importantes en ese lugar.
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