Capítulo 29: Fortuna Inesperada
La subasta continuó con normalidad, Ryou pudo ver en primera fila como se vendían muchos de sus productos a grandes precios, convirtiéndolo en rico lentamente.
Por otro lado, la cara de Kui Chen estaba totalmente roja por la irá. La razón de esto era que pudo ver cómo se vendían otros packs de Poción de Incremento Espiritual por alrededor de 40 monedas de Oro. Pero su odio, no era debido a que el precio final de venta fuese inferior al que pagó él antes. Sino porque Ryou no ofertó en ningún momento por estos, demostrando así no tener el más mínimo interés en los mismos. Nuevamente había sido engañado por Ryou, y Kui Chen lo sabía en el fondo de su corazón. Y si además supiera que el vendedor de los mismos era el propio Ryou, posiblemente hubiera vomitado sangre hasta desmayarse.
“El siguiente artículo es muy interesante…” comenzó diciendo la señorita Randversson, mientras uno de sus colaboradores acercaba al escenario una mesa que tenía un extraño objeto arriba. Este objeto tenía forma de una jaula para pájaros. Pero en vez de rejas era una superficie sólida metalizada de color negro, dando el aspecto de ser totalmente hermético por dentro. Además tenía unos extraños grabados rúnicos en su superficie.
“Ha sido encontrado, hace algunos meses, en una ruinas antiguas por el primer anciano de nuestra Gran Tribu Sol Radiante ¡El señor Liang Ho!”
“Tanto el señor Liang Ho, como muchos otros expertos, no han podido determinar su uso real, por el cual decidió subastarlo hoy con el objetivo de encontrar a alguien que pueda descubrir su utilidad”
“Además me pidió que informe que si alguien logra encontrar un uso para el mismo, el señor Liang Ho está dispuesto a pagar el triple del precio al que lo hayan comprado para volver a tenerlo nuevamente”
“Sin más preámbulos, esta subasta empieza en 50 de Oro” Sentenció Randversson.
La sala estalló en murmullos, algunas voces podían escucharse levemente entre la multitud.
“¡50 de oro por un objeto inútil!”
“¿Qué clase de retrasado podría pagar esa cantidad por esa extraña cosa?”
“¿El señor Liang Ho está buscando timarnos o qué?”
“Si ni siquiera alguien tan impresionante como Liang Ho pudo descubrirlo ¿Qué oportunidad tenemos nosotros?”
Viendo la falta de entusiasmo de la multitud Randversson comentó:
“Como muchos saben, normalmente cuando no hay ofertas por un objeto permitimos que las personas puedan decir libremente el monto que quieren ofertar, aunque sea inferior al valor inicial establecido”
“Pero en caso de este objeto, eso no sucederá. Ya que su actual dueño piensa que si su comprador no está dispuesto a pagar unas míseras 50 monedas de Oro por algo tan increíble, entonces es improbable que sepa cómo usar el mismo realmente”
La multitud no se movió por sus palabras y simplemente continuaron despreciando el extraño objeto pero cuando Ingrid Randversson estaba por rendirse, Ryou levantó la mano y afirmó:
“¡Me lo llevo por 50 monedas de Oro!”
Aunque la multitud parecía alborotada por este derroche impensable de oro por parte de un joven desconocido, en el fondo le agradecieron a Ryou el hecho de poder pasar al siguiente artículo rápidamente.
Por otro lado, las personas que conocían a Ryou estaban sorprendidas y no solo por haber comprado ese extraño objeto. También porque parecía tener infinito oro. Ya había gastado cerca de 200 monedas de oro entre reliquias de bestias feroces y otros objetos. Y ahora además hacía otra compra extravagante ¡de 50 monedas de oro!
¿Qué clase de situación bizarra era esa? Las personas podrían entenderlo si fuese el jefe de una tribu pero ¡Ryou era solo un junior de 13 años!
Solo Gu Ming permaneció tranquilo al ver la situación, él sabía que Ryou contaba con las 300 monedas de Oro que le había entregado días atrás. Pero esa tranquilidad se rompió rápidamente cuando Ryou compró otras dos reliquias de bestia feroz, superando ampliamente el margen de 300 de oro.
Esa noche se vendieron armas, armaduras, pociones, pastas, medicamentos, hierbas extrañas, objetos especiales, técnicas de cultivo de rango Mortal, entre otras cosas. Pero la atracción principal eran las reliquias de Bestia Feroz y de las seis que fueron subastadas, unas cinco cayeron en manos de Ryou.
Las reliquias a pesar de no poder ser refinadas rápidamente como una Poción de Incremento Espiritual, eran muchísimo más potentes y se creía que no generaban efecto de sobredosis. Aunque un cultivador estuviera todo un mes refinando la energía de una reliquia, al agotarla podría seguir con otra inmediatamente sin sufrir efectos negativos. Por esa razón eran las favoritas de todos. Entonces ¿Qué tan disparado era que la mayoría de los objetos más preciados de la Gran Subasta hayan caído en manos de la misma persona?
¿Y que esa persona sea un jovencito desconocido? ¡Simplemente inimaginable!
Algunos de los cultivadores en la sala estaban llenos de envidia por culpa de Ryou y querían arrebatarle todos sus tesoros inmediatamente.
La subasta concluyó con una Pasta de Refinamiento Corporal Avanzada, que por supuesto era otro de los muchos productos de Ryou, y se vendió a 13 monedas de Oro.
Durante esa noche, Ryou había vendido a buen precio todos los artículos que produjo durante los últimos tres días. Y haciendo cálculos, pudo notar que ganó una buena cantidad de oro.
A pesar de haber gastado la horrible cantidad de 320 monedas de oro, comprando distintas cosas en la subasta, Ryou había vendido todos sus artículos por unas 580 monedas de oro. Restándole el 10% de comisión que había negociado con la casa de subastas, serían 522 de oro para su bolsillo. Lo cual le daba una ganancia neta de 202 monedas al final de la subasta. En resumen, Ryou había convertido las 190 monedas de oro, que usó para comprar ingredientes, en unas 580 monedas con solo unos pocos días de trabajo.
“No cabe duda que ser un alquimista de rango Oro en este lugar es bastante rentable” pensó con picardía.
Al finalizar la subasta, muchos charlaban animadamente y algunas personas influyentes buscaron conocer a Ryou. Pero él se perdió entre la multitud y desapareció sin dejar rastro.
Mientras tanto en otro piso, Ryou firmaba un acuerdo comercial con la casa de subastas como había prometido. Este acuerdo pasó a segundo plano cuando la señorita Randversson y su superior se enteraron que el alquimista rango Oro era el propio Ryou, les tomó algunos minutos creer en esa realidad, pero finalmente lo aceptaron con sus ojos llenos de admiración y sorpresa.
La bella Randversson incluso se tomó el atrevimiento de intentar coquetear con Ryou, al enterarse de la realidad, pero sus intenciones fueron ignoradas por él.
Ryou no quiso perder más tiempo en ese lugar, y después de firmar el acuerdo y cobrar sus ganancias se marchó rápidamente de la torre.
La razón de esto era muy sencilla, quería probar qué tan lejos podría llegar en el cultivo si refinaba todas las reliquias que consiguió, y además quería comprobar los otros artículos que compró. Sobre todo el extraño objeto de 50 de oro que nadie pudo identificar, él tenía sus sospechas sobre este, pero aún debía comprobarlo.
Al llegar a su palacio, cerró la puerta de su gran habitación y sacó uno de los tesoros que compró recientemente. Era un anillo que permitía ocultar el nivel de cultivación de su portador. Se lo colocó en su dedo y una capa de energía negra lo cubrió inmediatamente, esta capa luego se fusionó con su propia energía, y se hizo invisible.
Los cultivadores del rango Guerrero Espiritual, con el tiempo podrían desarrollar de forma innata el llamado Ojo Espiritual. Este ojo invisible les permitía reconocer fácilmente los atributos de una persona más débil que ellos. Por lo cual si hubiera algún Guerrero Espiritual dentro de las otras tribus podría saber de inmediato el nivel de cultivo exacto de Ryou. Esto podría ser malo para él. Ya que el Torneo de Juniors, que había sido aplazado por el ataque de las bestias, comenzaría al día siguiente y no era beneficioso que sus enemigos sepan esa información, en un principio.
A pesar de que, en esta vida, Ryou no había conocido a ningún Guerrero Espiritual aún; él sabía que las grandes tribus, como Sol Radiante o Plumas Sagradas, contaban con uno o dos expertos de este rango. Ellos eran existencias supremas que nadie podía darse el lujo de ofender en el Gran Desierto Oscuro. De hecho el primer anciano de la tribu Sol Radiante, Liang Ho, era un conocido Guerrero Espiritual. Pensando en eso, Ryou decidió darle una oportunidad al artículo más interesante que había conseguido esa noche. El extraño objeto metálico, con forma de jaula de pajero, que Liang Ho había subastado abiertamente por 50 de oro.
Ryou comenzó a estudiar los grafitis que tenía el objeto, eran runas antiguas que muy pocas personas podrían leer en la actualidad. Pero eso no era un problema para Ryou, sobre todo por qué ahora sus sospechas habían sido confirmadas. Ya que al echar un buen vistazo, un fragmento de antiguas memorias regresó a él instantáneamente. Ryou conocía muy bien estas runas.
O mejor dicho ¿Cómo podría no conocerlas? Pertenecían a uno de los expertos más prominentes que Ryou, como entidad divina, tuvo la oportunidad de observar en el pasado.
Pertenecían al mejor alquimista de la historia, al Emperador de la Alquimia.
“Es un sello rúnico de protección, solo puede ser roto si se conoce el código de apertura” Pensó Ryou, mientras modificaba el grafiti del objeto.
Minutos después, el objeto empezó a cambiar su estructura y en cuestión de segundos se transformó en un hermoso caldero. Este caldero era de color dorado y negro, y estaba decorado con tres cabezas de dragones. Lo curioso es que estos dragones no eran iguales. Uno era un dragón de agua, parecido a una serpiente. El otro era un dragón volador, con enormes alas. Y el tercero, era un dragón de tierra que parecía un enorme lagarto.
Al notar esto, Ryou comenzó a reír locamente. Si alguien mirara esta escena pensaría que era un demente, pero en realidad su risa estaba más que justificada.
“Participe en una subasta para ganar algo de dinero… ¡Y terminé comprando por casualidad el caldero celestial del Emperador de la Alquimia por solo 50 monedas de oro! ¡Hahaha!”
“¿50 monedas?” Repitió Ryou con incredulidad mientras reía locamente.
“Haha! Ni siquiera 5000 monedas serían suficientes para poder conseguir este caldero. La fortuna está de mi lado hoy”
Minutos después, finalmente pudo calmarse, y analizó:
“Este caldero requiere un rango de cultivación mucho más alto que el mío para poder ser utilizado correctamente, será mejor que lo guarde por ahora”
Después de meter el caldero en la bolsa interespacial, Ryou decidió ponerle atención a los recursos de cultivo que consiguió en la subasta. Había estado estancado en el nivel 4 del rango Guerrero por demasiado tiempo para su gusto, y era hora de progresar.
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