Capítulo 38: Resistiendo la Invasión
Luego de bajar de la torre, Liang Ho se marchó rápidamente hacia la zona de conflicto con el objetivo de organizar las defensas, y Ryou le explicó brevemente la situación a Naomi y los demás miembros de su tribu.
Los ancianos y expertos de la tribu Roca Ardiente, mostraron una expresión devastadora al entender la terrible calamidad que se aproximaba. Ellos habían estado luchando contra pequeñas oleadas de estas bestias, durante los días anteriores, y entendían su poder mejor que nadie. Pero ahora debían enfrentar a más de 100 juntas y, esta vez, sin la ayuda de la Gran Tribu Plumas Sagradas. Este enorme número de bestias les hacía muy difícil de imaginar cómo podrían sobrevivir para ver otro amanecer.
Gu Ming, el primer anciano del consejo de su tribu, quería tomar las riendas de la situación pero no estaba seguro sobre cómo llevar este asunto correctamente, ya que la situación era totalmente caótica y no estaba dentro de terrenos familiares que pudiera utilizar a gusto. A pesar de que había visitado muchas veces la Gran Tribu Sol Radiante, no conocía si existían pasadizos secretos o caminos ocultos que les permitan a los más jóvenes escapar de forma segura. Mientras divagaba entre varias ideas, Ryou tomó la iniciativa diciendo:
“Debemos entrar en la torre para resguardarnos, es el punto más seguro en la Gran Villa actualmente. Ya que se encuentra en el medio de la misma, y también es muy resistente. Definitivamente no les será fácil a las bestias ingresar”
Después de dejar esas palabras, se apresuró a marcar el camino. Temía que los demás fueran demasiados lentos y las puertas de la Gran Torre Oscura sean cerradas precipitadamente, dejándolos afuera.
Segundos más tarde, Ingrid Randversson apareció en la entrada y les ordenó a los guardias de la casa de subastas cerrar las puertas de forma inmediata. La entrada fue sellada utilizando una enorme madera y algunas técnicas defensivas de primer nivel.
La única forma de entrar ahora, sin usar una fuerza demoledora extrema, sería por la azotea de la torre. Pero ninguna bestia del desierto tenía el suficiente poder para lograr esta hazaña. O al menos eso creían todos. Eso les daba valioso tiempo para pensar un plan de supervivencia, y observar la situación desde la cima de la Gran Torre Oscura.
Ryou se acercó a la señorita Ingrid Randversson, y le susurró algo en la oreja. Ella asintió, y se marchó rápidamente por las escaleras.
Mientras tanto, el pánico invadía a todos dentro de la torre y miradas alteradas se veían en los rostros de las personas. Pero a pesar de esto, Ryou comentó de forma casual:
“Debo entrar en meditación aislada por unas horas”
“¿Qué?” Preguntó, por auto reflejo y con cara de incredulidad, uno de los expertos enviados por la tribu Roca Ardiente.
“En medio de una crisis extrema, que podría destruirnos a todos, el muchacho solo quiere cultivar” Pensó atónito otro cultivador que estaba escuchando.
“Deben intentar resistir lo más posible. Y solo tienen permiso de molestarme únicamente en el caso que las bestias logren ingresar a la torre” Explicó Ryou, y luego se encerró en uno de los cuartos.
Solamente Fluffy lo siguió adentro, con la idea de morderle el trasero al insensato que intenté ingresar a ese cuarto sin razón.
La gente se miraba sin poder entender a este joven, pero en este momento la situación era tan crítica que no les importó lo que Ryou hiciera. De todas formas cuando las bestias lograran entrar, seguramente sería el fin para todos en cuestión de minutos.
Los ancianos de la tribu y Naomi, a pesar que no sabían lo que Ryou haría, estaban seguros que no sería algo tan sencillo como simplemente cultivar. Así que simplemente dejaron de pensar en ese asunto, y comenzaron a prepararse para cuando las bestias ingresaran a la torre.
Fuera de la torre, un grupo de 40 expertos de la Gran Tribu Sol Radiante, y de sus pequeñas tribus subsidiarias, estaban luchando en la línea frontal contra la oleada de bestias.
A la cabeza del grupo, se encontraba Liang Ho, el primer anciano estaba empapado en sangre de bestias y su mirada era helada como el hielo. Había matado a más de diez él solo con su fuerza de Guerrero Espiritual. Pero a su alrededor, varios guerreros experimentados de su tribu yacían muertos en el suelo por culpa de las bestias. Algunos de ellos habían sido entrenados por él mismo en el pasado, por lo cual sentía un gran pesar y furia en ese momento.
A pesar de la terrible situación, la moral de los combatientes había mejorado.
Durante los últimos 40 minutos, pudieron sostener el paso por la calle principal, la cual lleva directamente hacia el palacio del Jefe Tribal, al hospital donde están los heridos y también al mercado de la villa, donde está la Gran Torre Oscura. Mientras las bestias no pasaran por aquí, la gente importante de su tribu estaría a salvo.
Pero todo cambió cuando una horrible y desaforada Bestia Feroz apareció. Esta bestia se encontraba asechando desde arriba del techo de una casa, mientras observaba la situación, como disfrutando de un buen espectáculo. Su cabeza de león con cuernos y su cola de escorpión, la hacían lucir extremadamente aterradora. Era la misma criatura poderosa que Ryou notó antes, cuando la vio saltando los muros de la villa fácilmente.
Liang Ho, como alguien del rango Guerrero Espiritual, era muy sensible a su entorno. Y por esta razón notó, casi de inmediato, que el peligro lo asechaba. Pero en medio de la batalla, no pudo determinar desde donde provenía exactamente.
Mientras tanto, los 40 guerreros expertos sobrevivientes, continuaban luchando contra la oleada de bestias. Habían matado a casi la mitad y su confianza aumentaba.
De repente, un estallido se escuchó entre la multitud. Unos 10 luchadores del rango Gran Guerrero volaron decenas de metros hasta aterrizar al otro lado de la calle hechos pedazos. La mayoría de estos guerreros estaban mutilados, brazos y piernas cortadas era casi un denominador común entre estos expertos.
Liang Ho le dio el último golpe a un enorme jabalí del rango Feroz con el que estaba luchando, cuando notó la terrible escena delante de él.
El terrible Leonpión había asesinado en segundos a un 25% de sus combatientes. La criatura con melena de león y cola de escorpión había sido nombrada así por Liang Ho, la primera vez que la vio.
Sin perder tiempo, se lanzó hacia adelante para enfrentarlo. Sabía que el único capaz de detener a esta terrible criatura sería él mismo, por ser un Guerrero Espiritual.
Pero el Leonpión jamás lo puso en sus ojos, e incluso antes de que Liang Ho llegue ante él, ya había asesinado a otros cinco luchadores más fácilmente.
Sus tropas no eran débiles, la mayoría de ellos eran rango Gran Guerrero del nivel 3 y 4. Y había algunos pocos del nivel 5 también que eran similares a Gu Ming, el primer anciano de la tribu Roca Ardiente. Además todos estaban equipados con armas de rango intermedio. Pero aun así fueron masacrados sin piedad en segundos por esta bestia.
Su velocidad era aterradora, y podía usar sus garras para cortar la carne de sus enemigos, como si fuese un afilado cuchillo rebanando zanahorias. Además los pocos que habían logrado defenderse de sus garras, serían asesinados de forma sorpresiva por su enorme cola de escorpión. La cual inyectaba un poderoso veneno que mataría al instante a quien tuviera la desgracia de cruzarse en su camino. Era una máquina de matar perfecta.
Liang Ho no dudo, y decidió atacar con una de sus mejores técnicas.
Sacó dos sables dorados de su bolsa interespacial, y utilizando una de las técnicas secretas de lucha de la técnica de cultivo Flor Ardiente, convirtió sus hojas en armas que podrían quemar hasta el propio fuego.
El Leonpión, al igual que todas las bestias del rango Feroz, era sumamente inteligente y pudo detectar el peligro a tiempo. A pesar de su gran tamaño, que superaba los 4,5 metros de altura, era extremadamente ágil y esquivó todos los ataques mortales del anciano fácilmente.
Liang Ho frunció el ceño, si no podía golpear a la bestia, sus chances de vencer se reducirían constantemente.
“Posiblemente esta bestia se encuentra en el pico del rango Feroz, muy cerca del rango Demoniaco… Al menos podré detenerlo durante un tiempo”
Pensó Liang Ho con resignación, ahora estaba casi seguro que no podría vencer solo contra este terrible enemigo.
Los rangos de las bestias se dividían en tres: Bestias Feroces, Bestias Demoniacas y Bestias Supremas. Pero las últimas dos no existían en el Gran Desierto Oscuro. O eso se pensaba ya que jamás habían sido reportadas en los últimos 10.000 años.
Por ende una bestia como esta, en el pico del rango Feroz, era considerada un Rey entre todas las bestias del desierto. Y solo podía ser derrotada por un poderoso Guerrero Espiritual, o por varios juntos uniendo sus fuerzas. Liang Ho a pesar de ser un experimentado Guerrero Espiritual, solo estaba en el nivel 1 de ese rango.
Luego giró la cabeza, y le dijo al más joven de sus fieles seguidores, usando Susurro Fantasmal, para que nadie más que él oyera:
“Retírate e informa al Jefe Tribal que debe huir de inmediato, la situación ya no puede contenerse con nuestras fuerzas”
El joven experto tragó saliva y asintió, justo antes de salir disparado velozmente en retirada.
En el otro extremo de la Gran Villa, un grupo de encapuchados discutían agitadamente en un pequeño salón.
“Este plan ha sido arriesgado desde el inicio ¿Quién nos asegura que nosotros no seremos los próximos en ser traicionados?” Preguntó un encapuchado alto con barba negra.
“¡Te preocupas demasiado! Pero si quieres la respuesta a eso, yo te la diré”
Comenzó diciendo una mujer de unos 20 años, y agregó: “Quizás para nosotros competir por el dominio del Gran Desierto Oscuro ha sido nuestra meta de vida desde siempre, la cual hemos heredado desde la época de nuestros ancestros. Pero para el Duque, estas tierras no son más que un trozo de tierra inútil sin sentido”
“Si realmente es así, entonces dime… ¿Por qué razón desea el dominio sobre nuestras tierras?” Preguntó el hombre ansiosamente, él no estaba convencido.
“Eso es muy sencillo, el Duque quiere convertirse en Rey para así poder competir con sus exitosos vecinos del Reino de Alferus. Y para hacerlo necesita aumentar su zona de influencia, el Gran Desierto Oscuro es su oportunidad de hacerlo. La razón por la cual nos necesita vivos, es porqué nosotros somos quienes le daremos esa posibilidad” Explicó la mujer con calma.
El hombre de barba frunció el ceño, y comentó exasperadamente: “¡Solo estamos cambiando un señor por otro! Y luego agregó de forma más calmada¬:
“Está bien quizás podamos deshacernos de la tribu Sol Radiante, nuestros principales competidores, y así dominar sobre todo el Gran Desierto Oscuro, pero el precio a pagar es la servidumbre ante el Ducado Kherguita”
La mujer sonrió en respuesta, y dijo: “Quizás eso sea cierto pero para entonces ya no sería el Ducado Kherguita, si no, el Reino Kherguita. Y mi padre se convertiría en el Duque del Gran Desierto Oscuro ¿Acaso no puedes entender que esto es algo para beneficio mutuo?”
“Quizás tengas razón… pero a pesar de saber que usted es la prometida del hijo del Duque, yo no confío en ellos” Sentenció el hombre encapuchado de barba negra, y luego mencionó: “Si el Duque desea estas tierras ¿Por qué no simplemente las toma por la fuerza? Con su poder no debería ser difícil hacerlo”
La mujer ya estaba cansada de la charla sin sentido, pero forzando una respuesta, explicó lo más calmada que pudo:
“¡Sabes que eso es imposible! Por decreto imperial, los cinco grandes poderes del imperio no pueden luchar entre sí abiertamente. La única forma de anexar un poder a otro es que su gobernante elija servirle voluntariamente, pero mientras la Gran Tribu Sol Radiante exista, eso será imposible aquí. Por este motivo es necesario eliminarlos de forma disimulada usando a las bestias. Para así poder centralizar el poder del desierto en nuestra tribu, Plumas Sagradas, y de esa forma cumplir con nuestra parte del trato con el Ducado Kherguita”
Estas dos personas, que estaban siendo acompañadas por muchas otras, en un pequeño almacén escondido de la Gran Villa Principal, eran la señorita Wang Mei, hija del Jefe Tribal Plumas Sagradas, y Wang Hao, el más poderoso miembro del consejo de su tribu y padre del joven Wang Wei.
En este momento y lugar, ellos eran los líderes absolutos del complot contra la Gran Tribu Sol Radiante y sus aliados, el cual apenas estaba comenzando.
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