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lunes, 23 de octubre de 2017

DC - Capítulo 53: Plan de Batalla en Acción



Capítulo 53: Plan de Batalla en Acción

El Comandante General de la tribu Escorpión Negro, Huang Cun, ordenó seguirle hasta la carpa a su pelotón elite de combatientes seguirle. Este grupo estaba compuesto por poderosos combatientes del rango Gran Guerrero. Estas 20 figuras imponentes, que eran algunos de los más poderosos en su tribu, se dirigieron hacia la carpa de negociaciones a gran velocidad.

El motivo por el cual decidió llevarlos junto a él fue porque, a pesar de ser un poderoso Gran Guerrero nivel 4, Huang Cun era una persona precavida. Él sabía que lo más probable era que todos en la carpa estuvieran muertos, pero Huang Cun era una persona estudiosa y había leído sobre algunos métodos especiales que le permitían sobrevivir a las personas durante un largo periodo de tiempo sin respirar. En el remoto caso de que alguno de los enemigos dentro de la carpa hubiera logrado sobrevivir sin respirar hasta que el aire venenoso se disperse, sería su obligación terminar con la vida del sobreviviente, y sabiendo que los enemigos eran del pico de Gran Guerrero sería mejor no subestimarlos, por lo cual decidió llevar a su pelotón elite con él.

Al llegar a la carpa, los primeros indicios de que algo estaba mal fueron notados por el Comandante General, la entrada de la carpa estaba cerrada y las telas de la misma no estaban rasgadas, apenas había dos cortes en los laterales de la misma. Esto era algo extraño tomando en cuenta que ante una posible situación de envenenamiento por toxinas en el aire, las personas intentarían huir rápidamente de la carpa y harían lo que fuese necesario para lograrlo. Pero este no fue el caso aquí, de hecho ni siquiera había rastros de que alguna persona intentará escapar antes de que el veneno hiciera su efecto. Simplemente era extraño.

Huang Cun abrió la tela de la entrada de la carpa y echó un vistazo.

Múltiples cuerpos estaban desparramados por el suelo, eso calmo su inquieto corazón.

“La situación es como esperábamos” Comentó con una amarga sonrisa, mientras le hacía señas a su pelotón para que entren. El veneno ya se había disipado y todos los miembros de la tribu Roca Ardiente parecían yacer muertos en el suelo. Luego busco entre los cuerpos de las jóvenes de su tribu a su preciada sobrina, Huang ShuFen. Finalmente la encontró en la otra punta de la carpa, estaba tirada en el suelo junto a un joven desconocido.

Sin perder tiempo se dirigió hacia ella mientras los otros miembros de su pelotón comenzaban a revisar los cuerpos en el suelo, en busca de pertenencias valiosas.

Cuando Huang Cun finalmente llegó delante del cuerpo de su sobrina, escuchó un gritó detrás suyo.

“¡Este está vivo!” Chilló uno de los expertos de la tribu Escorpión Negro, justo antes de que Gu Heng golpeé su garganta con las manos desnudas. El experto quedó noqueado en el suelo, pero aún seguía vivo. Para Gu Heng, matarlo habría sido tan fácil como decapitar un pollo si hubiera querido. Pero Ryou les pidió que no mataran a nadie innecesariamente por ahora.

En ese instante, Huang Cun cometió el error de mirar hacia atrás para intentar entender la situación, ignorando a su sobrina y al joven a su lado por un segundo. Y en ese instante Ryou aprovechó para ponerse de pie y tomar a Huang Cun por la espalda, mientras apuntaba su arma hacia su cuello.

El Comandante General no era idiota y sabía que si hacía un movimiento estúpido el joven, que se hacía pasar por muerto, le rebanaría su cuello en dos sin dudarlo.

Los miembros del poderoso pelotón vieron con incredulidad como todos los supuestos muertos se levantaban del suelo, habían sido engañados estúpidamente y ahora lo sabían con certeza.

“Si alguno hace un movimiento brusco, le rebanaré el cuello” Sentenció Ryou, que estaba seguro, debido a su vestimenta, que la persona que tenía como rehén era el superior de todo este grupo. Al mismo tiempo, la bella Huang ShuFen que estaba a su lado comenzó suplicar:

“¡Por favor no lo mates! Él es mi tío y es una persona comprensiva. Solo que no conoce la situación real, déjame hablar con él primero”

“Bien, todos bajen sus armas y quédense muy callados, si cooperan ninguno deberá morir hoy” Explicó Ryou de forma autoritaria.

Las lanzas y espadas del poderoso pelotón de elite fueron arrojadas lejos en el suelo, el estado de su Comandante General como rehén no les permitía hacer otra cosa. Él era una figura demasiado importante para intentar resistirse a cambio de su vida.

Huang ShuFen le explicó la situación a Huang Cun brevemente, también le habló sobre la necesidad de un cambio en su tribu y que esta era una buena oportunidad para lograrlo.

Pero el comandante Huang Cun era una persona leal, incluso si la razón, la conveniencia y la lógica estaban detrás de las palabras de su sobrina, este personaje no se movería en contra de su propio hermano, el Jefe Tribal. Por otro lado tampoco iría en contra de los deseos de su sobrina, y explicó: “No puedo ayudarte pero tampoco te entorpeceré, si realmente quieres enfrentarte a tu propio padre en una lucha por el poder en la tribu puedes hacerlo. Pero no esperes que me ponga en contra de mi propio hermano de sangre, simplemente me quedaré aquí hasta que resuelvan la situación”

Huang ShuFen asintió con alegría, estaba feliz de que su tío no sea terco y se hiciera a un lado. Además estaba segura que necesitaría de él más adelante, cuando pudiera tener el título de Jefa Tribal.

“Bien con eso resolvimos la mitad del problema…” Sentenció Suki Tora, mientras rascaba su calva cabeza, y luego mirando hacia los muros de la Villa Única preguntó:

“¿Qué haremos con la otra mitad?”

“Esa mitad ya está siendo resuelta en este preciso momento” Contestó Ryou con una sonrisa ligera, mientras jugaba con una perla de color celeste que tenía en su mano.

“¡Es una Perla de Resonancia Energética!” Expresó Huang Cun observándola con asombro, jamás había usado una antes, ya que eran muy raras.

“Me temo que su hermano está siendo atacado por la espalda en este preciso momento. Mientras Huang Chao tiene enfocada su atención sobre esta carpa, mi capitán y su escuadrón, se encuentran asaltando su Villa Única por la atrás” Explicó Ryou con confianza, esta vez era el turno de Gu Kuan para brillar.

Huang Cun hizo una mueca de insatisfacción, no le agradaba la idea de que su amada tribu este siendo atacada por sorpresa desde la retaguardia. Pero de todas formas se mantuvo calmado, ya que su sobrina le explicó que dadas las circunstancias esto era lo mejor para todos.

Cuando una hierba mala crece, si no se arranca desde la raíz pronto, contaminaría el suelo y haría que las buenas hierbas se dañen luego. Y según Huang ShuFen, el actual Jefe Tribal era una mala hierba que debía ser arrancada de su asiento como líder cuanto antes.

“En este momento ya habrán notado que algo extraño está sucediendo en su retaguardia, así que nosotros también debemos movernos” Explicó Ryou.

El plan de enviar a Gu Kuan secretamente por la parte trasera a la Villa había sido cuidadosamente diseñado por Ryou la noche anterior. Aunque era solo una estrategia básica de ataque, sin duda tomaría por sorpresa a la tribu Escorpión Negro. Ni en sus más remotos sueños imaginaron que una fuerza de 45 hombres poderosos estaba posicionada en su retaguardia, y preparada para atacar en el momento preciso.

Ryou, Gu Heng, Suki Tora y el grupo de expertos acompañantes, salieron de la carpa junto a Huang ShuFen y su grupo de guerreras.

Al salir, Ryou Gritó con fuerza: “¡Guerra!”

Lo hizo usando una técnica de viento que amplificaba su voz, en dirección hacia donde esperaban el resto de sus tropas. Esta era la señal que los escuadrones de Gu Heng y Suki Tora necesitaban para cargar. Estos combatientes habían estado esperando a la distancia por esta señal.

El ataque de Gu Kuan por la retaguardia fue sumamente efectivo, los pocos guardias de la tribu Escorpión Negro que cuidaban esa zona fueron superados rápidamente.

Para cuando el pedido de ayuda llegó hasta la otra punta de la villa, donde el Jefe Tribal se encontraba, Gu Kuan y su escuadrón ya habían invadido la parte posterior de la villa.

Confundido, Huang Chao, decidió enviar la mitad de sus defensas frontales a la parte trasera para repeler a los enemigos. Pero minutos más tarde se arrepintió de esa decisión, cuando un grupo de casi 100 enemigos se acercó a gran velocidad hacia la parte frontal de su villa.

Huang Chao se encontraba defendiendo la muralla de su villa con toda su fuerza, mientras se preguntaba qué había sucedido con su hermano y sus hombres. Su Comandante General había entrado a la carpa de negociaciones para investigar, pero nunca salió de esta.

El Jefe Tribal estaba peleando una batalla que no podía ganar, los enemigos de la parte frontal eran numerosos, y su poder de pelea era superior al de sus tropas. Pero sabía que solo necesitaba tiempo, el suficiente tiempo para que la otra mitad de su ejército derrote a los invasores en la parte trasera, y regresen para apoyarlo.

Pero sus pensamientos positivos no duraron demasiado, cuando notó que algunos de sus combatientes se rendían sin siquiera pelear.

“¿Qué demonios está pasando?” Pensó con furia en sus ojos Huang Chao. Pero no tardo demasiado en darse cuenta de que la razón por la que muchos se rendían era ¡por culpa de su propia hija!

Su supuesta hija estaba luchando junto a los enemigos, y pidiéndoles a los soldados que se rindan pacíficamente. A raíz de esto, las fuerzas de la tribu Roca Ardiente habían logrado penetrar la muralla fácilmente y estaban acercándose a su posición.

Huang Chao estalló en ira.

“¡Esta maldita! Debí haberte eliminado hace mucho tiempo” Pensó furioso, mostrando su rostro de color rojo.

Pero el Jefe Tribal no era una persona que no pudiera controlar su temperamento, aunque realmente quería cortar en mil pedazos a la bastarda traidora, prefirió usar la cabeza para afrontar la terrible situación. Le hizo algunas señas a sus más preciados seguidores y luego gritó: “Hagan un perímetro defensivo y mantengan sus posiciones”

Mientras sus guerreros se amontonaban en el frente para cortarles el camino a los enemigos, Huang Chao se escabulló por la parte trasera, junto a un pequeño grupo selecto de personas.

Cuando finalmente adquirieron una buena distancia desde donde se producía la batalla, sacaron de sus túnicas unos frascos con un líquido color violeta oscuro, y los arrojaron con fuerza hacia el medio de la batalla.

“Bastardos… si me toca caer hoy, al menos me llevaré a todos al infierno” Gruñó Huang Chao.

Esta era la clase de persona que este Jefe Tribal era, no le importaba matar a sus propios soldados si con eso lograba matar a algunos enemigos y ganar un poco de tiempo para escapar.


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Traduccion de novelas ligeras, web al español.

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