Capítulo 56: La estrategia de Sun Wu
Las tropas de Ryou que aun podían moverse se reunieron. Frente a ellos había un poderoso ejército enemigo, con más de 150 combatientes del pico del rango Guerrero, y que también contaba con al menos 50 figuras del rango Gran Guerrero. Estos más de 200 combatientes eran sin duda las fuerzas más poderosas de la tribu Plumas Sagradas y sus tribus subsidiarias cercanas.
Por otro lado, debido a las bajas causadas por el ataque sorpresa, Ryou contaba con tan solo 120 combatientes disponibles para la batalla, de los cuales apenas unos 35 eran del rango Gran Guerrero. La diferencia de poder entre ambos ejércitos era notable, y eso sin mencionar que después del ataque sorpresa la moral de los enemigos estaba por las nubes. Mientras que los soldados de Ryou tendrían suerte si lograban encontrar sus armas y armaduras en medio del caos causado por el fuego en su campamento.
Fue en este momento desesperado, cuando Ryou recordó una situación similar que tuvo la suerte de observar como entidad divina hace decenas de miles de años atrás.
“Eso fue hace mucho tiempo, hace casi 42500 años. Cuando el Imperio Zhou aún no se había consolidado como tal, el genio y estratega militar, Sun Wu, vivió una situación similar a esta” Recordó Ryou con nostalgia.
Sun Wu fue una de las personas de las que más aprendió Ryou sobre el arte de la guerra y el combate a gran escala. También sobre estrategias y tácticas de guerra. Este genio militar sin igual conquistó gran parte del continente bajo las órdenes del Rey de Pirea, quien luego se convirtió en el primer emperador de todo el continente, al fundar el Imperio Zhou.
Luego de retirarse como estratega militar con los más altos honores, Sun Wu se convirtió en el sabio que escribió el famoso código de la guerra, los eruditos de la actualidad aún estudiaban sus enseñanzas con empeño. Ryou recordó algunas frases aleatorias de este antiguo código:
“La oportunidad de asegurarnos contra la derrota está en nuestras propias manos, pero la oportunidad de derrotar al enemigo la provee el mismo”
“Quien desea luchar debe primero saber el costo de hacerlo”
Después de analizar la situación por un breve instante, Ryou decidió poner su plan en acción y usando una técnica de viento que amplificaba su voz, gritó:
“Mi nombre es Sumeki Ryou, Comandante General de este ejército”
Viendo la tenue respuesta del enemigo, continuó con su potente voz:
“Hoy podemos elegir masacrarnos, y muchísimas personas morirán; sin duda ningún bando saldrá indemne. O podemos elegir una opción más razonable para todos”
Ryou soltó esas palabras, ante la burlona mirada de sus enemigos.
Algunos de los combatientes enemigos comenzaron a burlarse de Ryou en voz alta.
“¿Comandante General? ¡Haha! Pero si solo es un niño bebe leche”
“¡Haha! El mocoso debe tener miedo y ahora quiere negociar”
“Desde el momento que entraste en nuestro territorio, ni sueñes en salir con vida de aquí hoy”
Ryou sonrió con amargura, y continuó:
“En lugar de provocar muertes innecesarias ¡Decidamos esto en un duelo! El combatiente más poderoso de su ejército se enfrentará al nuestro”
“Ha…” Una exclamación baja pudo escucharse en el ejército enemigo.
Un robusto personaje salió entre la multitud enemiga, tenía una gran estatura y una cabeza calva con barba marrón. Este hombre de mediana edad habló:
“Niño, no me importa si eres el Comandante General de ese ejército o no, pero con respecto a lo que acabas de decir ¿Qué sucede si tu combatiente pierde el duelo?”
Ryou regaló una leve sonrisa que demostraba confianza, y respondió calmadamente:
“Seremos esclavizados o lo que decidan hacer con nosotros, simplemente será una rendición absoluta si perdemos. Por otro lado, si ganamos no los forzaré a hacer lo mismo. En caso que sea nuestra victoria, podrán elegir si permitir retirarnos pacíficamente de regreso a nuestra tribu o pagarnos un tributo equivalente a 300 monedas de Oro y enviar otro combatiente para pelear con el nuestro otra vez”
El líder enemigo lo pensó unos instantes y no pudo encontrar ningún problema con la propuesta de Ryou, de hecho era extremadamente beneficiosa para ellos. Era una gran forma de derrotar a los enemigos sin tener que sacrificar a decenas de buenos combatientes de su propio ejército. Él sabía que a pesar de tener un mayor número de soldados, vencer completamente en combate a todo el ejército de Ryou no sería tan fácil como soplar y hacer botellas. Sin duda habría muchos sacrificios. Mientras que en caso de perder un duelo tan solo deberían pagar 300 de oro, o algo de ese valor, para intentarlo de nuevo. Y de todas formas, cuando finalmente ganaran, podría incautar todo el oro perdido.
Finalmente el robusto personaje aceptó diciendo:
“Mi nombre es Wang Bong y soy el Comandante Interino de este ejército. Tu propuesta parece correcta, yo he decidido aceptarla”
Ryou tan solo mostró una leve sonrisa por fuera, pero en realidad festejaba enormemente la estupidez del enemigo.
“No importa que tan hermosa parezca la tela de una araña ¡Jamás debes arrojarte dentro de esta!” Pensó Ryou. Él sabía que si el ejército enemigo lo atacaba ahora sin más, esta noche posiblemente serían completamente exterminados. Pero ahora esta persona de nombre Wang Bong, le daba la oportunidad de reducir la moral de todo el ejército enemigo, mientras al mismo tiempo podría derrotar a sus más fuertes combatientes uno por uno, mermando sus fuerzas lentamente.
En el trato que propuso Ryou los números no eran importantes, todo lo que importaba era la calidad de los combatientes. Ya que los duelos serían combates singulares. Por ende la ventaja inicial del ejército enemigo, que eran casi el doble que el suyo, ya no existiría más. Y el factor decisivo causado por el ataque sorpresa tampoco afectaría en gran medida. Con unas pocas palabras, Ryou había logrado crear una situación mucho menos desfavorable que la anterior.
Los dos ejércitos se enfrentaron y dejaron una franja libre en el medio para que los combatientes elegidos de ambos bandos puedan enfrentarse, bajo la luz de la luna y del intenso fuego.
Los murmullos se apoderaron de la multitud hasta que finalmente una potente voz se hizo escuchar.
“¡Déjame ir primero!” Pidió un imponente personaje de la tribu Plumas Sagradas, que tenía una enorme cicatriz vertical en su ojo y usaba una armadura gastada que parecía haber tenido más de cien combates. Se veía muy rudo e imponente.
Wang Bong lo miró fijamente y asintió con la cabeza:
“Bien, cuento contigo”
El sujeto saltó hacia adelante, y de forma desafiante preguntó:
“¿Quién será mi oponente?"
Ryou intentó medir el poder de su oponente, pero no tenía el Ojo Espiritual para poder saberlo a ciencia exacta. De todas formas, usando su enorme experiencia, pudo saber que era un Gran Guerrero nivel 4.
“Es tu turno de destacar” Indicó Ryou mirando a Suki Tora, el herrero llevaba varios años estancado en el nivel 4 del rango Gran Guerrero. Por lo cual podía considerarse que era un poco más poderoso que Gu Kuan, quien acababa de romper en este nivel. Además Suki Tora poseía una poderosa arma de nivel intermedio y también una resistente armadura plateada del mismo rango. Ambas piezas forjadas por él mismo. Hablando estrictamente sobre armamentos, entre todos sus capitanes de escuadrón, Suki Tora era el más equipado.
El herrero tomó su enorme martillo de guerra y, sin desperdiciar palabras superfluas, simplemente cargó hacia su enemigo con fuerza.
Los dos pesos pesados chocaron fuertemente, haciendo que sus armaduras retumben.
El hombre de la cicatriz tenía un hacha de guerra, que también era del rango intermedio, la cual se estrelló con furia con el enorme martillo de Suki Tora.
Los golpes sonaban con potencia, uno tras otro, estos dos combatientes no daban descanso a sus brazos mientras hacían chocar sus pesadas armas.
“¡Es hora de ponerse serio!” Exclamó Suki Tora activando la runa espiritual de su arma.
Una luz brillante comenzó a expandirse desde la punta del martillo, envolviendo la parte de acero en su totalidad. El rostro de su oponente se puso serio luego de ver esto, sabía que si era tocado por esa cosa no sería tan sencillo como un simple golpe.
Aunque no sabía que Runa Espiritual usaba Suki Tora, el hombre de la cicatriz decidió poner todas sus cartas sobre la mesa y activo su propia runa espiritual, haciendo que su hacha comience a ponerse de color rojo. Era la runa espiritual del rango Plata llamada Calor Agobiante, una de las más usadas en el desierto, y también la misma que usaba Naomi en su arma. Permitía calentar a grandes temperaturas el filo del hacha, haciendo que los golpes sean mortales e incluso puedan atravesar una armadura más fácilmente.
“Este combate está decidido” Comentó Ryou tranquilamente, observando la situación.
Gu Kuan, que estaba a su lado, preguntó con curiosidad:
“¿Qué runa espiritual está usando Suki Tora?”
Ryou mostró una ligera sonrisa y explicó:
“Es normal que no la conozcas, Gu Lei me ha mostrado todas las Runas Espirituales de nuestra tribu y esa no está entre las mismas. Pero puedo decirte que se trata de una de las más poderosas runas del rango Plata, que rivaliza en poder con algunas del rango Oro, posiblemente sea una de las runas secretas de la tribu Sol Radiante. Respecto a su uso, podrás verlo por ti mismo en segundos”
Los dos combatientes se separaron luego de mostrar sus runas, sabían que un solo golpe certero causado por el arma de su enemigo sería devastador, y decidiría la victoria.
Ambos se midieron durante algunos segundos pero fue finalmente Suki Tora quien cargó hacia adelante con furia primero. Lo que pasó luego confundió a todos, sobre todo al hombre de la cicatriz en el ojo.
Cuando Suki Tora estaba a escasos pasos de su oponente, en lugar de intentar golpearlo a él, agitó con fuerza su martillo hacia el suelo, golpeando la tierra brutalmente.
Los golpes de Suki Tora normalmente eran potentes y devastadores pero este golpe estaba en un nivel totalmente distinto. Debido al impacto la tierra se partió, como si un gran terremoto estuviera ocurriendo en el área. Una enorme cantidad de rocas y tierra saltó hacia su enemigo a gran velocidad, y todo el terreno comenzó a vibrar con fuerza.
El hombre de la cicatriz hizo su mejor esfuerzo para cubrirse con su hacha de los escombros que se dirigían hacia él. Pero había quedado algo aturdido, ya que ni en sus más remotos sueños esperó que alguien del rango Gran Guerrero pudiera causar semejante destrucción con un simple golpe.
En ese momento de confusión, Suki Tora aprovechó y lanzo su segundo golpe devastador. Esta vez estaba dirigido directamente hacia su enemigo. El enorme martillo impactó contra el hacha de guerra de su oponente, que no logró resistir el impacto y voló varios metros hacia atrás.
A pesar de que el hombre de la cicatriz había logrado cubrir el golpe, su estado actual era terrible.
Una gran cantidad de sangre salía de sus orejas, nariz y ojos. Sumado a que lucía aturdido y desorientado. Parecía que apenas lograba mantenerse en pie.
“Como sospechaba, es una Runa de Impacto Sónico Menor” Comentó Ryou.
“¿Impacto Sónico Menor?” Repitió Gu Kuan sin comprender.
“Se trata de un poder que al golpear permite enviar poderosas ondas sónicas hacia el objetivo. A pesar de que es solo la menos poderosa de todas las runas espirituales que existen con ese tipo de ataque, su poder no puede ser subestimado” Sentenció Ryou mientras le hacía señas a Suki Tora para que se detenga.
Su enemigo ya estaba sumamente debilitado, con sus órganos internos dañados. Y si el herrero volviera a atacar, el hombre de la cicatriz en el ojo moriría al instante. Lo cual podría causar que el ejército enemigo se enfade y decidan atacarlos masivamente, lo cual no formaba parte de su plan actual. Además esa persona, incluso usando hierbas medicinales de alta calidad, no podría volver a luchar por al menos una semana después de sufrir tanto daño interno, por lo cual no tenía sentido eliminarlo.
Suki Tora entendió las intenciones de Ryou, y simplemente se limitó a empujar levemente con su mano a su rival, el cual calló al suelo sin posibilidad de levantarse.
“¿Quién será el siguiente?” Preguntó Ryou mirando directamente a los ojos al descolocado Comandante Interino, Wang Bong.
Buenísimo el capítulo.
ResponderEliminarGracias por la traducción