Capítulo 77: Restaurando el Orden
Ryou repartió medicamentos a todos los heridos, las heridas físicas podrían sanarse fácilmente con la ayuda de las medicinas de alta calidad. Por otro lado las heridas psicológicas, como las de Ingrid Randversson, eran un tema aparte.
Durante el corto periodo que la Gran Villa Principal fue tomada por sus enemigos, muchas personas sufrieron varias tragedias que ninguna píldora medicinal podría sanar. Pero sus corazones suspiraban en alegría, porque su Gran Protector había regresado y los había salvado de una terrible tragedia.
Gran Protector fue el nombre del título honorifico que se le otorgó a Ryou luego de la guerra de hace cuatro años.
Luego de ponerse al día con todos sus camaradas, y de ayudar a organizar la estructura interna de la tribu, Ryou decidió pasar los siguientes días junto a su familia.
Con respecto a la estructura interna, también hubo algunos cargos nuevos en remplazo de los soldados de rangos medios que cayeron en combate.
Además el anciano Gu Ming fue nuevamente aceptado en el Consejo de Ancianos de la tribu, y recuperó su antiguo cargo de Primer Anciano. Al mismo tiempo, Gu Heng dejó ese cargo para convertirse oficialmente en el nuevo Jefe Tribal.
Originalmente los altos cargos de la tribu no habían querido declarar a un nuevo Jefe Tribal, con la esperanza de que Ryou decida aceptar ese cargo cuando regresara. Pero, luego de su regreso, el joven les indicó que era imposible para él convertirse en Jefe Tribal, ya que no pensaba quedarse demasiado tiempo dentro de los territorios de la tribu.
Además en caso de que fuese necesario, él podría controlar todo el desierto desde las sombras en un futuro, a través de su hermana y de los demás altos cargos de la tribu. Por lo cual desde el inicio no tenía sentido exponerse tanto en este sitio, ya que actualmente los ojos de Ryou estaban enfocados en otros lugares más prósperos.
La decisión de Ryou no sorprendió a casi nadie, en el fondo todos lo suponían. Con su enorme talento era totalmente probable que el joven quiera ampliar sus horizontes y salir del Gran Desierto Oscuro, hacia otras áreas más importantes.
Por esta razón la tribu necesitaba una figura prominente, y con experiencia, que pudiera ocupar el cargo de Jefe Tribal para poner las cosas en orden a largo plazo, y después de una votación minuciosa por parte del consejo, Gu Heng fue el elegido por todos para ocupar ese puesto. Era la decisión más acertada ya que el anciano tenía el apoyo tanto de los militares, como de los civiles, además de ser un Guerrero Espiritual y tener enorme experiencia con asuntos de todo tipo.
Cabe destacar que con este cargo, Gu Heng no solo sería la figura más prominente del lugar, sino que debido al gran poder de la tribu, sería indirectamente el soberano de todo el Gran Desierto Oscuro. Incluso si el Emperador Zhou tardaba décadas en oficializarlo luego, debido a requisitos burocráticos necesarios, los demás poderes en el desierto sabían sobre esta realidad y agacharían la cabeza frente a la tribu Roca Ardiente.
Sumeki Xiao, a pesar de que aún era muy joven e inexperta en algunas áreas, fue elegida para unirse al Consejo de Ancianos y también nombrada como Primera Sucesora de la tribu. Esto significaba que si el día de mañana el Jefe Tribal actual abdicaba o moría, ella sería la siguiente en sucederle. Esta decisión fue absolutamente apoyada por todos e incluso algunos se preguntaban porque no había sucedido antes. Después de la última batalla, donde ella se enfrentó valientemente a un ejército comandado por tres Guerreros Espirituales, la reputación de la Diosa Xiao estaba por las nubes. Y todos sabían que era cuestión de tiempo para que pudiera elevarse aún más alto, convirtiéndose en una leyenda viviente del desierto. Este pensamiento no era solo debido a su talento o a su determinación personal; sino también porque, luego de cobrar las recompensas de los últimos años, Ryou le otorgó todos sus negocios del Departamento de Alquimia a ella. Se podría decir que era bastante rica ahora y que nunca le faltarían recursos de ningún tipo.
Además se inició un proyecto gigante para reconstruir la vieja Villa Principal de la tribu Sol Radiante; usando como punto principal la Gran Torre Oscura, donde estaba la Casa de Subastas antes. Esto era porque fue el único gran edificio que había quedado en pie luego de la invasión bestial de hace 4 años. La diferencia era que esta vez sería reconstruida para ser una Villa Secundaria de la tribu Roca Ardiente. En otras palabras, estarían aprovechando esos terrenos para crear su nueva villa. Nadie se opuso a esto ya que las dos grandes tribus del antaño en este momento ya no existían, y los pocos sobrevivientes de ambas tribus ya se habían unido a otros poderes desde hace tiempo. Incluso el poderoso Jefe Tribal de la vieja tribu Sol Radiante, que originalmente había logrado escapar de la invasión bestial y mantenía cierta resistencia al inicio, había caído luego de que Wang Mang invadiera el norte con su ejército, hace años por órdenes de Ryou. Por lo cual en este momento se podría decir que ambas Grandes Tribus ya no existían, habiendo sido eliminadas directa o indirectamente por el propio Ryou.
Además estaba el tema de la nueva invasión bestial que llegaría pronto desde la Codillera Oscura, por lo cual la decisión de reforzar la zona era totalmente necesaria para todos.
La nueva Villa Secundaria sería administrada por Ingrid Randversson, quien se ofreció voluntariamente a aplicar sus dones administrativos para esta tarea. Ella buscaba alejarse de la Villa Principal para olvidar los malos recuerdos producidos recientemente en esta, y regresar a sus orígenes, dentro de la seguridad de su amada Gran Torre Oscura. Randversson sería la cabeza de los cimientos de esta nueva villa, y respondería únicamente frente al Jefe Tribal.
Con respecto a su relación con Ryou, ninguno de los dos puso foco en esto. Ella sabía que solo había sido algo pasajero y que sus destinos eran muy distintos.
Ryou era un dragón entre los hombres, alguien que alcanzaría alturas insospechadas, y con un enorme destino por delante. Mientras que la señorita Randversson ni siquiera era una cultivadora digna de ser mencionada, lo cual la haría alejarse más y más de él. Ella sabía todo esto, por lo cual no intentó forzar el asunto.
En relación al abuelo Sun, el viejo ya era increíblemente rico desde hace tiempo. Sobre todo tomando en cuenta que era un simple mortal, y que era extremadamente raro que alguien así obtenga una gran fortuna en tan poco tiempo.
Sus negocios fueron en ascenso desde el mismo momento que Ryou le prestó dinero para ponerse su Casa del Té hace más de cuatro años. Luego se puso un restaurante y finalmente abrió una cadena de estos con enorme éxito. El viejo estaba viviendo tan bien como se podría dentro de la tribu, y Ryou sabía que ya era muy tarde para que el anciano aprendiera a cultivar su espíritu. Por lo cual le entregó algunas medicinas especiales que le servirían para prolongar su esperanza de vida al máximo, con el deseo de que su abuelo pudiera vivir felizmente el mayor tiempo posible. Ryou había adquirido estas exóticas hierbas medicinales gracias al tesoro dejado atrás por el pirata Sao Feng, quien tenía una enfermedad mortal y había probado una infinidad de métodos para intentar prolongar su vida.
A pesar de que su abuelo no era un cultivador, solo con estas medicinas especiales podría superar los 100 años fácilmente. Y si tuviera una vida saludable, quizás el doble de eso.
Ryou también le entregó a Gu Kuan los manuscritos de algunas técnicas de combate de rangos superiores, para que se las enseñara a los nuevos reclutas en un futuro, y así la enorme brecha de diferencia que había entre los demás poderes del imperio y el Gran Desierto Oscuro se pueda reducir un poco. También hizo algo similar con las Runas Espirituales y con otras áreas fundamentales de la tribu, con el fin de que progresaran más en el futuro. Por supuesto siempre sin ser desmedido, sería una estupidez entregarles una técnica de altísimo nivel que podría traer más desgracias que glorias, debido a la incapacidad de su tribu para proteger los secretos de la misma. Si entregará técnicas y conocimientos que fueran muy superiores a los de los demás poderes del Imperio Zhou, los resultados podrían ser catastróficos para su tribu. Ryou ya había probado un poco de esta situación cuando cedió con la técnica de El Camino del Vació, haciendo que un grupo de bandidos comunes casi conquisten a la tribu más poderosa del desierto. Él sabía que la información era un poder grandioso pero había que tener cuidado en cómo se manejara, o las cosas podrían terminar con resultados inesperados.
Después de quedarse algún tiempo, y de darle punteros a los principales exponentes de la tribu, Ryou tomó la decisión de irse hacia otras áreas.
En sus años en reclusión en solitario, Ryou había logrado reparar totalmente su Poder Espiritual, y luego de cultivar en ese prospero ambiente logró romper en el rango de Guerrero Espiritual. Además pudo subir algunos niveles de dicho rango con el tiempo.
Todo esto lo había logrado gracias a que había refinado con éxito todos los recursos de cultivo que tenía, incluyendo los que había conseguido del tesoro de Sao Feng.
Pero si quería seguir progresando rápidamente debía conseguir recursos aún más valiosos, los cuales eran imposibles de conseguir en un lugar tan pobre y bajo en energía como el Gran Desierto Oscuro. De hecho los recursos saqueados de la bolsa interespacial de Sao Feng eran enormes, incluso los que eran únicamente para progresar en el cultivo eran abundantes, pero debido a que Ryou entrenaba la poderosa técnica Deidad Suprema, necesitaba muchos más recursos de lo normal para romper en el siguiente nivel. Por esta razón estaba obligado a marcharse pronto si quería seguir progresando. Además había generado cierta resistencia hacia algunos recursos puntuales, como las reliquias de bestias feroces, debido a la enorme cantidad de estos que había utilizado en poco tiempo. Actualmente necesitaba encontrar nuevos recursos para poder seguir desarrollándose.
La técnica de cultivo Deidad Suprema comprimía la energía obtenida en capas, haciendo que se pueda absorber mucha más energía de lo normal. Esto le daba una enorme ventaja frente a oponentes del mismo nivel, o incluso superiores. Pero era mucho más difícil de cultivar, necesitando enormes cantidades de recursos para hacerlo. Se podría decir que era exactamente lo opuesto a la técnica El Camino del Vacío.
Dentro de los establos de la tribu…
Una enorme bestia Feroz estaba siendo alimentada por un hombre sencillo, de unos 45 años. Esta persona se movía torpemente y estaba vestido con ropas cutres que demostraban su condición de plebeyo. La mirada de este hombre lucía atontada, claramente no tenía todas las luces necesarias en su cerebro pero ¿Qué tan complicado era alimentar a algunos camellos y bestias? ¿O limpiar sus excrementos todos los días? ¡Hasta un idiota completo podría hacer estas acciones! Por lo cual este hombre era perfecto para el trabajo.
Ryou entró a los establos, y se rió entre dientes:
“¡Buenos días señor Wang!”
Al ver a Ryou, el hombre idiota se estremeció y agachó la cabeza. Luego, intentando responder el saludo, musitó algo inentendible:
“¡Guenos días juven amo Riou!” Habló el hombre, pero sus palabras eran difíciles de entender con claridad. Claramente la fonética no era su fuerte.
Ryou solo sonrió con satisfacción y siguió su camino.
Este cuidador de establos era el antiguamente poderoso Wang Mang, que luego de obtener su cultivo paralizado, y de ser lobotomizado por Ryou, había quedado en este estado lamentable.
¡Por otro lado ahora era perfecto para limpiarles el culo a los camellos! Y Ryou no quería desperdiciar sus nuevos talentos, por lo cual le asignó esta gloriosa tarea.
Además las personas debían ganarse el pan para vivir ¿Verdad? También el establo era un excelente paseo turístico para los otros jefes de tribus que visitaban la Gran Villa Principal, y de esta forma podrían saber exactamente cuál sería su futuro si intentaban rebelarse.
Ryou ignoró al idiota, quien aún intentaba saludar correctamente sin lograrlo con éxito, y se dirigió directamente hacia su bestia Feroz. Fluffy tenía su propia zona en el enorme establo y básicamente era el rey del lugar.
“Amigo la hora ha llegado ¡Debemos marcharnos!” Declaró Ryou.
Fluffy respondió con ojos tristes. Tenía una buena vida aquí, comía cuanto quería, nadie se le oponía y básicamente era el rey del establo. Pero ahora su cruel amo quería hacerlo recorrer todo el caluroso desierto hasta quien sabe dónde, y seguramente por motivos egoístas… ¿Acaso no sabía que la arena caliente quema un poco sus delicadas patas cuando el sol del mediodía está en lo alto? Y ¿Cuántos días tomaría cruzar todo el desierto? Y eso sin mencionar que ¡No había hembras con las cuales aparearse en ese desolado terreno! La bestia pensaba en todas estas cosas mientas rugía levemente mostrando su disconformidad.
“Fluffy… no me mires así… ¡No vas a conmoverme! Te has vuelto muy perezoso últimamente. Estos años junto a la Señorita Randversson te han ablandado. Es hora de que nos pongamos en marcha y bajes de peso. Además… ¿Acaso no quieres evolucionar tu línea de sangre? ¡La única forma de hacerlo es en lugares más fértiles que este inhóspito desierto!” Explicó Ryou con una amarga sonrisa, su mascota se había vuelto demasiado flojo.
La bestia gruñó otra vez en respuesta, pero en el fondo ya se había resignado, Ryou era distinto a la señorita Randversson y sabía que sin importar cuantos berrinches hiciera, su joven amo no le haría caso.
“¡Estamos partiendo ahora!” Sentenció Ryou, y se montó sobre Fluffy.
“Adio juven amu Riou” Balbuceó Wang Mang al verlo salir.
Ryou ya se había despedido de todos los que debía, y había dejado las cosas en orden. Si no pasaba nada raro, la tribu Roca Ardiente podría dominar fácilmente en el Gran Desierto Oscuro por los próximos 200 años. La confianza de Ryou no era infundada, ya que su hermana había decidido quedarse en este lugar. Y con ella cultivando El Camino del Vacío sería sencillo para ella lograr esa meta, ya que seguramente alcanzaría el pico de Guerrero Espiritual en un futuro.
Ryou revisó rápidamente sus dos bolsas interespaciales antes de asentir satisfecho, todo estaba en su lugar y era hora de partir.
Pero cuando estaba abandonando la villa, una bella joven se acercó a gran velocidad mientras montaba una bestia Feroz.
“¡Déjame acompañarme! Busco expandir mis horizontes y conocer el mundo fuera del desierto” Explicó con exaltación ella.
“Naomi ¿Tu padre sabe que estas aquí?” Preguntó Ryou.
Ella lo miró con recelo, y respondió:
“¡Ya no soy una niña! ¿Lo sabes? De todas formas mi padre estuvo de acuerdo conmigo en esto”
“Bueno supongo que eso es cierto…” Suspiró Ryou viendo la bella figura de la joven. En los últimos años Suki Naomi había crecido bastante bien y ahora con 19 años lucía exquisitamente hermosa, con su largo cabello castaño, ojos café y una sonrisa deslumbrante.
“Además no pude estar presente cuando regresaste debido a que estaba en una misión muy lejos de aquí. Por lo cual no pude apreciar tus nuevas habilidades de combate cuando luchaste contra los invasores, y eso ha sido algo que he lamentado desde entonces…” Se quejó Naomi.
Ella siempre había querido saber que tan fuerte se volvería Ryou, en un futuro, cuando regresara. Pero cuando finalmente lo hizo ella estaba en una misión lejana y se perdió toda la acción.
Pero Ryou no mostró reacción alguna ante esa razón.
Al notar que él no era movido por sus palabras, la bella joven alegó:
“No soy la misma persona que era hace cuatro años, prometo que no seré una carga para ti...”
“Si ya has tomado tu decisión final puedes venir. Pero debes saber que mi camino no será suave y podría tardar muchos años en regresar a este lugar” Aclaró Ryou con sensatez.
Naomi asintió, y afirmó con convicción:
“Durante todo este tiempo me he entrenado duramente en el ejército, y desarrollé mi formación marcial al máximo posible. Pero para poder continuar progresando creo que realmente necesito expandir mis horizontes”
Ryou le echó una mirada usando el Ojo Espiritual y asintió.
“Está bien ¡Vámonos!”
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