Capítulo 80: Misión clase S
Una semana pasó volando.
Ryou y Naomi estaban regresando de su última misión clase A.
Habían sido solicitados para cazar una bestia Feroz que tenía aterrorizados a los pastores de ovejas en el exterior de la fortaleza.
Encontrar a la criatura no era una tarea fácil. Pero gracias a los métodos avanzados de búsqueda de Ryou, lo habían logrado en tan solo medio día. Por otro lado cazarla tampoco era algo sencillo, pero una secuencia de golpes descuidados de él había alcanzado para derrotarla en cuestión de segundos.
Las misiones de clase A podían ser completadas en grupos, por lo cual este dúo aprovechó para hacer varias misiones juntos en la última semana, y de paso ganar una buena suma de dinero.
Al llegar a pocos kilómetros de la fortaleza, un grupo de personas escondidas los estaban esperando.
“Ustedes dos… ¡Alto ahí!” Ordenó un hombre de mediana edad, con una máscara en su rostro, mientras sostenía una maza, de acero con pinchos, en su mano.
Ryou lo reconoció de inmediato.
Este sujeto era conocido como uno de los miembros más poderosos del gremio Luna Roja, y tenía una reputación de ser implacable entre sus pares. Su apodo como era Mascara de Muerte.
“Mocosos, han causado demasiada conmoción en nuestro gremio ultimadamente. ¡Y por su culpa nos estamos quedando sin trabajos para hacer!” Acusó el hombre, señalándolos con su maza.
Algunas voces de respaldo chillaron entre su grupo de seguidores:
“¡Si! El señor Mascara de Muerte tiene razón, nos han robado nuestros trabajos y por su culpa ahora estoy tan pobre que ya ni siquiera puedo ir a relajarme un rato al burdel”
“¡Correcto! Ustedes deben irse y buscar otro gremio”
“¡Fuera de aquí campesinos!”
Ryou era muy perezoso para responder y simplemente los ignoró.
Por otro lado, Naomi ya estaba harta de este gremio y de sus estúpidos miembros. Por lo cual, muy enojada, los reprendió:
“¡Tendrían dinero si hicieran los encargos que llegan, en lugar de beber alcohol todo el día! Además les recuerdo que nosotros dos completamos durante la última semana más trabajos que todos ustedes juntos en los últimos dos meses ¡Perdedores!”
“Chica ¡No entiendes como funciona esto! Una vez que eres clase B o A, solo debes relajarte y dejar que las cosas vayan con calma, en lugar de tomar riesgos innecesarios” Explicó Mascara de Muerte con autosuficiencia.
“Lo que usted diga señor Mascara de Caca ¡Ahora fuera de mi camino o te pateare bien lejos!” Intervino Ryou, que ya estaba cansado de escuchar las quejas de este grupo de idiotas.
Mascara de Muerte se enfureció y, mostrando su arma, declaró:
“¡Muchacho insolente! Entiendo que eres un poco fuerte, de lo contrario no serías clase A tan rápido. Pero no me subestimes, yo llevo muchos años en la clase A ¡Y soy un Gran Guerrero nivel 3! Si me provocas te abriré la cabeza con esta maza”
“¡Lo que dice el señor Mascara de Muerte tiene mucho sentido!” Succionó rápidamente uno de sus seguidores, y continuó:
“Además somos muchos más que ustedes y no nos agradan. Será mejor que dejen todas sus cosas de valor y se marchen rápidamente, o los haremos sufrir antes de tomarlas por la fuerza”
“¡Si! Además este año solo nos dieron unos pocos lugares para la misión clase S dentro de las cuevas y por su culpa el jefe está dudando si debe llevar esta vez al señor Mascara de Muerte a esta importante misión ¡Eso es inaceptable!” Explicó otro de los seguidores.
“¿Oh? Con que por eso es que están haciendo tanto barullo…” Comprendió Ryou con suspicacia. Y riendo entre dientes, agregó:
“Es una suerte que me hayan comentado sobre este asunto fuera de la fortaleza, ya que esto simplifica mucho las cosas… Si el señor Long Yinye está dudando sobre a quién debe llevar, solo debemos remover sus dudas de inmediato”
Luego de dejar esas palabras, y ante la confundida mirada de sus oponentes, una enorme palma dorada calló desde el cielo convirtiendo al grupo de idiotas en una pulpa de sangre al instante.
“Palma de la Deidad” Suspiró Ryou.
¡Fueron aplastados como hormigas!
Esta era una técnica de combate relacionada con su técnica de cultivo, Deidad Suprema. Y era tan poderosa como el Dedo de la Deidad, con la diferencia de que la Palma de la Deidad podía ser usada como una técnica de matanza en grandes áreas. Y cuanto mayor sea dominio en la técnica, mayor área de efecto y poder tendría. Se podía decir que era ideal para masacrar grandes grupos de enemigos al mismo tiempo.
Una gota de sudor frio calló por la mejilla de Naomi. Ella miraba horrorizada como donde antes había un grupo de idiotas chillando, ahora solo quedaban algunos charcos de sangre en su lugar. Incluso sus huesos fueron molidos por la presión de esta palma que los aplastó contra el suelo. Ella también quería darles una lección pero… ¡Esto era demasiado! Claramente no merecían morir sin tumba por tan solo haberlos provocado ¿o sí?
Ella miró de reojo a Ryou.
Él seguía con la mirada imperturbable, como si simplemente hubiera matado a algunos mosquitos o algo así. Como si matar a un grupo de personas no tuviera la menor importancia.
“No estamos muy lejos de la fortaleza… ¿Qué pasa si los guardias descubren la sangre?” Preguntó Naomi, con un tono de voz diminuto, mientras se limpiaba el sudor de su rostro.
Ryou movió sus mangas y formó un torbellino en el lugar, limpiando la zona totalmente. Era como si nunca hubiera pasado nada allí.
La sangre, suciedad y desperdicios desaparecieron en su totalidad. De hecho el lugar quedó tan limpio que hasta invitaba a hacer un picnic, y disfrutar de una bella mañana soleada ahí mismo.
Naomi no pudo evitar pensar en que los métodos de Ryou eran demasiados despiadados.
Ella sabía que los que se le oponían solían acabar así, pero de todas formas su tierno corazón no le permitía estar de acuerdo con esto.
Con seriedad absoluta en su rostro, preguntó:
“Eran tan solo unos brabucones con poca fuerza ¿Realmente debías matarlos?”
“¡Matar a los que se me oponen es solo un asunto menor!” Declaró.
“Además ¿Que significa tener poca o mucha fuerza? ¡Eso solo depende del punto de vista de quien sufre sus atrocidades! Por esta razón, todos los cultivadores en este mundo son iguales ante mis ojos” Explicó Ryou con convicción.
“Pero, en el peor de los casos, hubiera alcanzado con eliminar únicamente a su líder ¿Qué necesidad había de matar a todos los demás lacayos?” Indagó ella, algo molesta, y sin siquiera pensar demasiado en las palabras anteriores de Ryou.
Ryou dio un largo suspiro, mientras negaba con la cabeza. Y con un toque de su filosofía milenaria, desarrolló mientras contemplaba el cielo con la mirada perdida en la lejanía:
“Eres demasiado blanda e ingenua... En el camino del cultivo matar a uno es un pecado, matar a cientos hace que uno sea un héroe, matar a miles hace que uno sea un rey, y matar a millones hace que uno se convierta en un emperador… Si uno quiere alcanzar el ápice, debe estar dispuesto a matar a cientos de millones, lo cual eventualmente se convertirá en un registro de batalla condecorado, y no en un acto de un asesino enloquecido"
Ella se aterró al escuchar estas palabras y las repasó en su cabeza, una y otra vez, por un tiempo. Pero finalmente decidió arrojarlas al fondo de su mente. Sin importar que tan ciertas sean, ella no estaba de acuerdo con ese camino de matanza y sangre innecesario.
Al regresar al gremio, Long Yinye los estaba esperando con una botella de vino destapada y una extraña sonrisa.
“Jóvenes, quiero felicitarlos. Debido a su excelente desempeño reciente han sido elegidos para participar en la primera misión clase S de los últimos años”
Ryou asintió.
Él ya anticipaba todo esto, pero darle un gusto al viejo y escuchar sus palabras un rato no haría ningún daño.
“Nos han enviado tres invitaciones para unirnos a la cacería de las Cuevas Kherguita”
“Como seguramente hayan escuchado, las bestias en el subsuelo migran cada tantos años y este suceso está comenzando ahora. Pero nuestro Dominio Kherguita es fuerte, por lo cual no esperamos a que las bestias salgan de las cuevas para atacarnos. En su lugar nos adentramos dentro de estas primero para eliminar a todas las que podamos, y por cada bestia eliminada nos pagaran una buena cantidad de oro, dependiendo de su especie y de su fuerza”
“Además he decidido que si no la cagan en esta misión, como premio extra les dejaré leer mi sorprendente libro llamado Reflexiones Personales Sobre el Cultivo, el cual contiene filosofía ancestral que les será de gran ayuda poder progresar a jóvenes como ustedes”
Explicó Long Yinye con orgullo, desde su punto de vista su libro contenía sabiduría divina que todo cultivador necesitaba conocer.
“Bien ¿Cuándo salimos?” Preguntó Ryou perezosamente, mientras intentaba no dormirse después de escuchar balbucear tanto al viejo.
“Oye muchacho, fingir estar un poco emocionado cuando te solicitan para una misión de clase S no te hará daño ¿Sabes?”
Replicó Long Yinye medio en broma. Y luego entregó unas pulseras de oro que tenían grabado el sello de la familia del duque.
“Con estas pulseras podremos unirnos a la cacería de inmediato. Pero será mejor que no las pierdan o deberé pagar por estas luego, y su precio es muy alto. Incluso si una bestia se los come enteros, también deberé pagar por ellas. Así que… ¡Por favor no mueran devorados por una bestia! Pero si no pueden escapar de ser comidos, al menos tengan la delicadeza de arrojar las pulseras lejos antes de ser tragados”
Naomi miró a Long Yinye como quien ve a un idiota, no sabía si el viejo estaba bromeando o no, pero le quedó claro que valoraba mucho a estas pulseras. Quizás más que a sus propias vidas.
“Partimos de inmediato” Sentenció Long Yinye tomando algunas cosas de su escritorio apresuradamente. Y luego salió de la sala, pasando por el salón principal del gremio.
“Que cosa más extraña… ¿El salón esta silencioso hoy? Me pregunto… ¿Dónde habrán ido todos?” Se sorprendió el jefe del gremio al pasar. En todos los años que llevaba en el gremio Luna Roja, era la primera vez que alguien no estaba causando algún tipo de alboroto en el salón principal.
“Ellos han sido elegidos para convertirse en fertilizante” Pensó Ryou, pero jamás lo diría en voz alta.
Naomi suspiró con amargura y guardo silencio.
“Seguramente habrán ido a hacer misiones, esos chicos pueden ser muy trabajadores a veces” Comentó Ryou, riéndose entre dientes.
“¿Quizás la sana competencia con los nuevos miembros realmente despabiló a esos perezosos?” Pensó el Jefe del Gremio con sorpresa.
“Bien, lo que sea. ¡Vamos!” Dijo Long Yinye.
El viaje desde la Fortaleza Kherguita hasta las Cuevas Kherguita solo les llevó menos de un día, incluso cuando fue realizado con caballos comunes. Ambos jóvenes habían decidido dejar sus verdaderas monturas en la seguridad de los establos de la fortaleza.
De hecho ambos lugares estaban cerca apropósito. La Fortaleza se había levantado en ese lugar estratégico hace miles de años, justamente para ser usada para controlar la invasión bestial una vez cada 4 o 5 años.
Antiguamente el Ducado Kherguita no era tan poderoso como ahora, por lo cual no podían darse el lujo de enviar fuerzas al interior de las cuevas para confrontar a las criaturas que estaban por salir. Durante aquellos años, la fortaleza se convirtió en su principal defensa contra estas oleadas de monstruos que emergían.
Al acercarse hacia la enorme formación rocosa, pudieron ver que cada vez se mostraban más y más personas. De hecho ¡Este lugar tenía tantas personas como en la fortaleza misma!
A pesar de que solo había armadas algunas pocas carpas rudimentarias, no hacía falta ser un genio para adivinar que en los últimos días habían llegado personas de todas partes del ducado para intentar participar en la cacería.
Naomi observaba sorprendida, mientras intentaba no perderse entre la multitud.
“¿Acaso todas estas personas entrarán en las cuevas? ¡Pensé que dijiste que era difícil conseguir el permiso para hacerlo!” Ella fulminó con la mirada a Ryou, como si hubiera sido engañada.
Él la había obligado a unirse a un estúpido gremio por esta razón, pero ahora parecía que cualquier idiota podría ingresar a la cacería.
Ryou negó con la cabeza, y explicó:
“Te equivocas, es realmente difícil para extranjeros como nosotros conseguir el permiso para estar aquí. Eso es una cuestión de sentido común, la cacería no sirve solo para la defensa del ducado, sino también para incrementar el poder de las fuerzas que hay en el mismo”
“Debes pensar en la enorme cantidad de Reliquias que serán fabricadas luego de que esto termine…
La mayoría de estas terminaran en manos de los militares y de las fuerzas más poderosas del Dominio Kherguita, esta es la razón principal por la cual no se permite el ingreso de extranjeros, y personas de otras áreas, en las cuevas”
Naomi entendió que había hablado demasiado pronto antes, y sacó conclusiones sin comprender la situación. Pero había algo que no comprendía aun, algo que le molestaba. Y no pudo resistir preguntarlo:
“Si el Ducado Kherguita tiene tanto poder… ¿Por qué no arrasan con todas las bestias del mundo subterráneo y las eliminan de una vez para siempre? En lugar de estar luchando cuando emergen cada 4 o 5 años como hasta ahora…”
Ryou sonrió con amargura, la inexperiencia de su amiga a veces lo sorprendía demasiado.
Long Yinye, que hasta el momento escuchaba la conversación sin participar, no aguantó más y declaró:
“¡No digas disparates! Incluso si el ducado tiene el suficiente poder para eliminar a todas las bestias que están cerca de las salidas, jamás podrán hacer lo mismo con el interior más profundo de las cuevas. Incluso un Gran Maestro Espiritual pasaría un rato terrible en ese lugar ¡Nadie sabe qué tan profundas son las Cuevas Kherguita!”
“Lo único seguro es que luego de recorrer grandes distancias, por cualquiera de los túneles de entrada, se llega hasta un mismo enorme valle subterráneo. Pero con nuestro nivel no aspiramos a llegar tan lejos, ya que apenas soy un Gran Guerrero nivel 3 y se rumorea que para sobrevivir en ese valle se necesita ser por lo menos un Guerrero Espiritual” Explicó el jefe Long.
Ryou asintió, las palabras del viejo eran ciertas, y agregó:
“Además hay otra razón por la cual las cuevas nunca serán barridas, incluso si fuese posible hacerlo… Y es porque son una fuente constante e interminable de recursos para el ducado”
Y continuó explicando:
“De hecho el Ducado Kherguita antiguamente era tan débil como el Gran Desierto Oscuro, pero con el pasar de los años ha estado progresando rápidamente, poniéndose casi al mismo nivel que los otros tres Reinos. Y todo esto fue, en gran parte, gracias a los recursos obtenidos de las cuevas, que le permite al ducado progresar a pasos agigantados. Por lo cual nunca estarían de acuerdo con sacrificar
a la gallina que pone los huevos de oro, por más sabrosa que sea, sería un pésimo negocio hacerlo”
Mientras los tres hablaban, la multitud comenzó a abrirse rápidamente, para cederle el paso a un lujoso carro que marchaba directo hacia las cuevas.
Ryou entrecerró los ojos. Él reconoció el emblema de ese carro, finalmente uno de sus objetivos había llegado.
“¡Es el Vizconde Baku Naranbaatar!” Clamó con terror alguien entre la multitud.
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