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jueves, 30 de noviembre de 2017

DC - Capítulo 81: Entrando en las cuevas

Capítulo 81: Entrando en las cuevas


La reputación del Vizconde Baku Naranbaatar era bastante sombría, de hecho se rumoreaba que había asesinado gente solo por pasearse cerca de él cuando estaba de mal humor.

Por lo cual cederle el paso a su glorioso carro, era considerado tener sentido común y aferrarse a la vida.

Al atravesar la multitud, ni siquiera los altos mandos del ejército del ducado se atrevieron a detenerlo. Su carro se paró justo enfrente de las cuevas. 

La razón principal por la cual todos le tenían un enorme respeto y temor a este personaje, no solo era porque fuese un vizconde. De hecho había muchos Condes y Vizcondes en el Ducado Kherguita, pero solo Baku Naranbaatar era un familiar del mismísimo Duque Kherguita. ¡Él era su sobrino favorito! ¡El hijo bastardo de su hermano! Además era el único hijo que su difunto hermano había tenido. Y si no fuese porque el duque también tenía un hijo muy talentoso, que criaba con esmero, muchos de los recursos de cultivo de la familia habrían sido destinados para él. Incluso algunos decían que podría haber sido el sucesor del duque si hubiera nacido bajo otras circunstancias. Pero el hijo del duque tenía la ventaja, era mucho más joven y un genio total de la cultivación marcial, por lo cual había sido elegido como sucesor desde niño y gozaba con todos los privilegios que eso conllevaba.

Adicionalmente Baku Naranbaatar era una de las personas de mayor confianza del Duque Kherguita. Hasta el punto de que cuando el duque necesitaba de alguien para hacer alguna maniobra extraña, su sobrino era su primera opción. 

Con un respaldo tan grande ¿Quién se atrevería a oponerse a este personaje?
El Vizconde era un hombre de mediana edad con ojos cansados, repletos de ojeras. Tenía un largo cabello color negro y lucía una fina túnica oscura que le daba una apariencia algo siniestra. Al salir del carro, nadie se atrevió a mirarlo directamente a los ojos.

Con sus 45 años y su cultivación actual de Guerrero Espiritual nivel 5, el vizconde disfrutada de ser reconocido como un genio tardío. 

En el mundo de la cultivación, un Guerrero Espiritual del pico podría vivir hasta 200 años sin problemas. Por lo cual 45 años no se consideraba mucho, y además como era relativamente joven todavía estaba a tiempo a romper en el rango de Maestro Espiritual, extendiendo así su vida en otros 100 años o más. 

Hay que destacar que era mucho más fácil cultivar cuando uno era joven, de hecho los primeros 30 años de vida eran la época de oro de un cultivador normal. Pero aun así, debido a su impresionante fondo y su nivel actual, el vizconde tenía muchas posibilidades de romper en el siguiente rango dentro de los próximos 10 años.


Minutos después, otra conmoción se escuchó en la distancia. 

Era un enorme carro dorado, tirado por cuatro caballos gigantes. Estos sementales eran fabulosos, cada uno estaba en el pico de su raza, y con tan solo un paso más podrían evolucionar y convertirse en bestias del rango Feroz. Sin duda habían sido cuidadosamente criados para este propósito y su exquisitez solo era comparable con el hermoso carro que tiraban.

“¡Increíble! ¡Es el Joven de Oro!” Exclamó una persona entre la multitud.

Al escuchar esto, un sinfín de voces ruidosas de alzaron con emoción.

“¡El genio supremo ha llegado!”

“Me alegro de haber venido a participar en esta ocasión ¡Quizás podré tener la suerte de ver sus increíbles habilidades!”

“¿Quién hubiera pensado que el Joven de Oro llegaría para participar esta vez?”

El Joven de Oro era el genio número 1 en todo el Ducado Kherguita. Su fama estaba a la par del otro joven genio más famoso del dominio, el sucesor e hijo del duque, Yuan Bao. Pero se rumoreaba que a pesar de la enorme cantidad de recursos que el duque destinaba en su hijo, aun así era un poco inferior a este joven.

Además el Joven de Oro tenía una enorme responsabilidad ya que, debido a una fatalidad familiar, se había convertido en Conde a muy temprana edad, heredando los títulos de su padre. Y desde entonces todo lo que había hecho había resultado en algo positivo para su condado, por esta razón se ganó el apodo de Joven de Oro o Conde de Oro, entre muchos otros apodos que mostraban su grandeza.

Su condado era uno de los más fuertes en todo el Ducado Kherguita, por lo cual gozaba de un gran poder, ya que era un peso pesado en el ducado. Por otro lado su carácter era bastante bueno, siendo perfeccionista en lo que hacía e imparcial en la toma de decisiones. Debido a estas cualidades positivas, disfrutaba de una gran fama en todo el ducado. Los hombres lo admiraban y las mujeres lo amaban. Este era el Joven de Oro, el genio número uno de todo el Ducado Kherguita.

Al salir del carro, los 20 guardias personales que lo acompañaban se pusieron en posiciones firmes detrás de él, y el joven saludó a la multitud con gestos nobles y una sonrisa radiante.

Tenía la piel blanca como la nieve, una altura promedio y alrededor de 20 años de edad. Además vestía una exquisita túnica dorada que resaltaba su magnificencia.

Sería correcto afirmar que la llamativa aparición del Vizconde había sido totalmente eclipsada por este flamante joven.
El Vizconde Baku Naranbaatar saludó con una falsa cortesía al Joven de Oro. La relación entre ambos era un poco tensa ya que su primo, el hijo del duque, últimamente había sido eclipsado por él. 

El Vizconde era leal a su familia y, desde su punto de vista, el Joven de Oro podría convertirse en un rival formidable para su pequeño primo en el futuro.


Con el tiempo todo pareció calmarse lentamente, y la abarrotada multitud de personas se preguntaba cuándo podrían ingresar a las cuevas. Pero otra situación extraña se presentó, desconcertando a las personas.

Dos aves gigantes similares a un águila, pero diez veces más grandes, dieron un par de vueltas sobre las cabezas de todos, y luego aterrizaron a pocos metros del Joven de Oro.

Esta provocativa acción fue tomada como ofensiva por los guardias del joven, que de inmediato apuntaron sus armas hacia las dos águilas.

“Está bien, pueden bajar las armas” Ordenó el prestigioso genio número 1, con la mirada seria, al ver las dos águilas gigantes.

Dos jóvenes bajaron, de los enormes pájaros, con actitudes presuntuosas.

Estas águilas gigantes eran bestias Feroces domesticadas, equipadas con monturas de vuelo. Y estos dos personajes las usaban para realizar viajes largos. 

No cualquiera podría lograr esta hazaña, domesticar grandes bestias voladoras no era una tarea sencilla. Tendrían que tener al menos algún Domador de Bestias de rango Oro apoyándolos o de lo contrario sería imposible.

Pero ¿Qué clase de personas eran los Domadores de Bestias de alto rango? ¡Si había 5 en todo el Ducado Kherguita sería demasiado!

Algunas personas en la multitud reconocieron a estos dos personajes y suspiraron.
“¡Son los hermanos Nergui! Los dos genios gemelos que son seguidores fervientes del hijo del duque” Informó un anciano entre la multitud.

Estos dos jóvenes no eran tan famosos, pero todavía estaban dentro de los genios jóvenes más poderosos del ducado, e incluso habían sido reconocidos por la familia ducal. Y recientemente se les entregó, a cada uno de ellos, sus propios dominios junto con el título de Barón.

“Barón Nergui Shango y Barón Nergui Shinjo, no esperaba verlos por aquí…” Saludó calmadamente el Joven de Oro.

Los dos jóvenes tomaron posturas arrogantes, y uno de ellos dijo:
“No podíamos dejar que te lleves todas las reliquias de la cacería tu solo. Además el primer sucesor me pidió que te diga que lamenta no poder competir contigo en esta oportunidad, ya que se encuentra en reclusión a puertas cerradas actualmente”

“Lo que haga Yuan Bao no es mi problema, de todas formas cuando competimos anteriormente nunca logró ganarme ¡Haha!” Se rió suavemente el Joven de Oro, tapando su boca con la mano, ante la oscura mirada de los gemelos Nergui.

Él sabía que estos dos hermanos eran los principales amigos, y seguidores, del hijo del duque. Y habían sido enviados aquí especialmente para complicarle la vida y causarle problemas, por lo cual no les dio ninguna cara.

“Viendo que ningún miembro de la familia Ducal decidió aparecer hoy, creo que ya va siendo hora de levantar el telón de esta cacería bestial” Comentó el Joven de Oro en voz alta, mirando fijamente al capitán de la guardia.

Algunas voces se alzaron en apoyo a estas palabras.

Este capitán era el encargado de mantener el orden aquí, y viendo la impaciencia de las personas, no tuvo más opción que seguir la corriente diciendo:

“Ya que el mismísimo Conde de Oro lo solicita, creo que ya es hora de empezar con la cacería. Pero antes quiero que recuerden las siguientes reglas… Una vez que salgan de las cuevas ya no podrán volver a entrar. Además las leyes dentro son las mismas que aquí. Por lo cual si se descubre que asesinaron a alguien, o cometieron crimines de algún tipo, serán duramente juzgados”

“Para entrar pueden escoger si pagar el modesto coste de entrada de 50 monedas de Oro por persona ahora, o entregar una Reliquia de Dantian de bestia Feroz como tributo al salir. En caso de que salgan con las manos vacías se les cobrará 100 de Oro. Y de no poder pagar esa cantidad, sus pertenencias serán confiscadas e irán a la prisión. Además solo pueden permanecer dentro por un máximo de 30 días. Están todos debidamente advertidos”

“Por último existe una zona segura de cambio y comercio, en la entrada de las cuevas, donde podrán canjear los recursos que consigan por otras cosas muy fácilmente y durará hasta el último día. Eso es todo. ¡Disfruten de la cacería!”

Ryou entendió de inmediato que estas reglas estaban hechas para estafar a las personas.

“En el pasado era el ducado quien rogaba por ayuda cuando la invasión bestial se acercaba” Recordó Ryou con una amarga sonrisa.

Básicamente el Ducado Kherguita recaudaría una cantidad enorme de dinero con cada entrada a las cuevas haciendo absolutamente nada. Y para aquellos intrépidos que se tenían mucha confianza, o que no tenían el dinero de la entrada, aún podían ingresar y esperar a crear una Reliquia para solventar el gasto de la entrada luego. Debido a que el arte de crear reliquias no era algo sencillo que todos pudieran hacer, y que además las bestias del rango Feroz no eran fáciles de derrotar, la mayoría de ellos fracasaría y luego deberían pagar el doble de oro como compensación.

Además para aquellos que no estaban bien versados en el arte de manufacturación de reliquias, podrían cambiar otras cosas que consiguieran, como una enorme cantidad de huesos o partes especiales de bestias. Pero obviamente el precio de los trueques era impuesto por el ducado, quien haría de casa de cambio aquí, y era algo totalmente pensado para favorecerse.

“¡Haha! ¡Que estafa!” Pensó Ryou, pero le daba igual. En el momento que ingresara el único estafado sería el Ducado Kherguita. Al fin de cuentas, abonar los 50 de oro iniciales no era gran cosa para él y era la forma más simple de competir.

El capitán de la guardia dio algunas indicaciones más y luego todos comenzaron a entrar a las cuevas en pequeños grupos. Por supuesto que los primeros fueron el Joven de Oro, Baku Naranbaatar, los gemelos Nergui y los seguidores de todos estos.

Los grupos, en su mayoría, estaban formados por 5 a 10 personas de un mismo lugar. Estos grupos habían sido preparados de antemano y todos tenían al menos uno o dos expertos en manufacturación de reliquias. Los Manufacturadores de Reliquias eran una profesión muy valorada, casi al mismo nivel que los alquimistas o los herreros. Aunque técnicamente todos podían aprender a hacerlo, llevaba años de práctica y experiencia lograr formar una simple reliquia sin desperdiciar demasiada energía en el proceso.

Frente a la multitud de personas, había más de 500 pequeñas cuevas por las cuales se podría acceder al interior del terreno montañoso, y aunque todas llevaban al mismo gran valle subterráneo, elegir por donde ingresar correctamente podría ser la diferencia entre encontrar un valioso tesoro o un sinfín de enemigos. Por supuesto que esto estaba totalmente librado a la suerte, así que nadie alardeaba de tener el poder de adivinar tal cosa. E incluso si alguno tenía alguna información privilegiada, jamás la compartiría con el resto.

“Entraremos por esa cueva” Sentenció Ryou señalando una cueva inferior que estaba muy alejada, hacia la derecha de ellos.

“¡Haha! Pareces decidido chico. Está bien, vamos por esa” Dijo Long Yinye sin darle demasiada importancia al asunto.

El grupo de Ryou estaba formado por 5 personas, ya que además de ellos tres había una pareja de cultivadores que les tocó ingresar al mismo tiempo, por órdenes del capitan de la guardia. El tamaño mínimo de un grupo para poder ingresar era de cinco, por lo cual esta pareja fue puesta junto a ellos para completar.

A nadie en el grupo pareció importarle mucho elegir por cual cueva ingresarían. De todas formas era algo de conocimiento común que todas llevaban al mismo valle subterráneo, y que el camino hacia allí era más o menos similar en todas. La dificultad radicaba en poder superarlo, la mayoría se verían atascados luego de recorrer algunos kilómetros debido a alguna bestia Feroz poderosa y tendrían que retroceder. Pero si tenías la suerte de no encontrar mucha resistencia, o eras lo suficientemente poderoso para poder superarla, luego podrías llegar al gran valle subterráneo, y asentarte ahí por casi un mes entero.

Así fue como este grupo de cinco personas ingresó a la cueva marcada por Ryou, la mayoría de ellos sin demasiadas expectativas. Pero lo que les esperaba dentro jamás lo hubieran pensado, ni en sus más remotos sueños.



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