Leyendas del reino de los mortales hablan de Cultivadores que viven vidas libres y sin trabas. La realidad, sin embargo, es que este no fue siempre el caso y solo se aplicó a dos tipos específicos de Cultivadores.
Un tipo tenía una abundancia de recursos de cultivo y riqueza. Además de practicar su cultivación y habilidades espirituales, cada día estaba lleno de intercambios de cortesía entre amigos, preparando vino y té, y disfrutando del amanecer y el ocaso del día. Este tipo estaba exento de cualquier preocupación mundana.
El otro tipo incluía a aquellos que habían abandonado el Dao de la inmortalidad. Para ellos, los recursos eran extremadamente difíciles de encontrar y comprendían por completo que no había forma de que pudieran avanzar más. Solían perder el tiempo durmiendo o vagando por los bosques y montañas, esperando encontrar cuevas llenas de tesoros o un Cultivador Maestro que los pudiera tomar como discípulos, todo para que pudieran continuar viviendo libremente hasta la vejez.
Aparte de estos dos tipos de Cultivadores que tuvieron esos días tranquilos, la vida de todos en la secta era intensa y ocupada.
Los recursos fueron todo en las etapas iniciales de cultivo. Con ellos, era posible avanzar a pasos agigantados; sin ellos, un Cultivador estaría estancado para siempre, incapaz de moverse ni siquiera una pulgada hacia delante.
El regordete taoísta Yu Sanliang nunca había perdido la esperanza. Hizo recados todo el día solo para ganar la miseria de Piedras Espirituales que le ofrecieron, pero para Yu Sanliang, esta era su forma de vida. Disfrutó de tener sus días llenos de propósito, incluso si al final del día no había ninguna diferencia real.
Fang Xing lo evaluó y llegó a comprender esto sobre Yu Sanliang.
Cualquiera que sea el propósito de Yu Sanliang, Fang Xing no desafiaría sus delirios de lograr algún día algo digno de mención. Sin esa burbuja de ilusión, sin ningún atisbo de esperanza, ¿quién sabía qué sería de él?
Después de entablar amistad con Fang Xing, Yu Sanliang, de todas las personas, se había vuelto extremadamente cordial y celoso. Pagaría voluntariamente la plata necesaria para las comidas de Fang Xing cada mes, y siempre recordaba pacientemente a Fang Xing no perder sus días holgazaneando.
"Además de algo de plata, hay otros beneficios también. ¿De dónde crees que obtengo el dinero para tus comidas cada mes? Por supuesto, lo más importante es que puedes ganar otra Piedra Espiritual cada tres meses. ¡Eso es prácticamente el doble del ingreso de un discípulo regular de Rango D! Junior Fang, ¿estás seguro de que no te conmueve esto? No tapes tus oídos..."
Mientras bebían, Yu Sanliang habló interminablemente en un esfuerzo por convencer a Fang Xing para que se uniera a él en el Departamento Misceláneo. En su mente, Fang Xing ya se había convertido en un vagabundo que solo dormía y comía todo el día.
"Dilo de nuevo y no puedo prometer que no te echaré..." Fang Xing se tapó los oídos, con ganas de enviar a Yu Sanliang a volar de nuevo. 'Tengo más de treinta Piedras Espirituales para mí solo; ¿Por qué debería hacer mandados para ellos? Ahora, si tuviera más horas en un día para poder practicar más...' Por supuesto, nadie más necesitaba saber nada de esto.
"Bien, pararé..." Yu Sanliang se ablandó con una expresión preocupada, "¿pero qué vas a hacer con tus recursos?"
Fang Xing solo rodó los ojos. "¿No es casi hora de obtener otra Piedra Espiritual de las distribuciones de la secta?"
"Una piedra cada tres meses, ¿cómo podría ser eso suficiente? Además, quién sabe en qué manos terminará realmente...".
'¿Entonces tener dos cada tres meses sería suficiente?' Fang Xing pensó para sí mismo mientras miraba a Yu Sanliang, solo para interrumpir cuando vio que el regordete taoísta estaba a punto de decir algo más. "De acuerdo. Ya es suficiente. No quiero ir a tu Departamento Misceláneo. ¿Recuerdas la última vez que los trataste con el vino? ¿Recuerdas cómo actuaron más santos que tú? ¡Ninguno de ellos tenía siquiera un nivel de cultivación decente! ¿Para besar sus coños como lo haces? ¡La única razón por la que iría allí es romper ese lugar en pedazos!"
A pesar de la corta edad de Fang Xing, su temperamento no debía tomarse a la ligera. Incapaz de tratar de razonar más con él, a Yu Sanliang no le quedó más remedio que ceder. Sin embargo, todavía se mostraba reacio a renunciar a Fang Xing, lo que le hizo murmurar: "Sí, pero todavía necesitas ganar algunas Piedras Espirituales de alguna manera...".
Fang Xing se rió de eso. "¡Te mostraré cómo gano Piedras Espirituales uno de estos días!"
….
El día que todos los discípulos habían estado esperando finalmente había llegado: el día de la distribución de Piedras Espirituales. Esta vez, en particular, incluyó a los discípulos de Rango D a los que finalmente se les permitió recibir su Piedra después de su espera de tres meses.
Los discípulos de Rango C recibían una Piedra cada dos meses, Rango B recibiría una cada mes y los Rango A recibirían dos cada mes. La secta externa se dividió en estos cuatro rangos, y aunque la distribución se produjo el día quince de cada mes, solo se permitió la recolección de aquellos del rango elegible.
"Junior Fang, ¿ya estás despierto?" Yu Sanliang planeó llevar a Fang Xing a recoger su Piedra Espiritual de la secta y había llegado frente a la cabaña de Fang Xing temprano en la mañana.
"¡Argh! ¿Qué pasa con todo este ruido tan temprano en la mañana?" Fang Xing todavía estaba medio dormido. Acababa de irse a la cama después de una larga noche practicando Qi y ejercicios de respiración, y estaba claramente de mal humor.
"¡Ay, despierta, Junior Fang Xing! Cuanto antes vayamos, menos probabilidades habrá de que suceda". Después de arrojar la bata de Fang Xing sobre su cabeza, Yu Sanliang arrastró al niño cansado por la puerta.
Las distribuciones mensuales de Piedras Espirituales se llevaron a cabo en el Templo QingMu a unas tres millas de distancia y, aunque el sol todavía no se había levantado, el camino hacia la sala ya estaba lleno de gente que se dirigía hacia el mismo destino.
Se podían ver largas colas en el Templo QingMu incluso a esta hora del día. Había cuatro líneas, con solo el extremo izquierdo, la línea para los discípulos del Rango A, casi vacía. Dentro de los miles de discípulos de la secta externa, solo una docena eran del más alto rango y no necesitaban llegar temprano. Dentro de un pequeño pabellón, un Anciano de pelo plateado estaba hablando con un discípulo de Rango A mientras abanicaba lentamente su abanico de hojas de palmera.
La segunda línea de la izquierda era para los discípulos de Rango B. Había solo un puñado de ellos presentes en ese momento, y todos ellos estaban de bastante buen humor. En comparación con el Rango A, el Rango B tenía un buen centenar de discípulos, y aunque podrían haber sido inferiores al más alto de los rangos, eran sin duda extremadamente talentosos cuando se comparaban con aquellos en los Rango C y D.
Los discípulos del Rango C habían sido asignados a la tercera línea, y varias docenas ya habían hecho cola para sus Piedras Espirituales con más aún uniéndose ansiosamente. Aunque todos parecían ser menos arrogantes que los discípulos de Rango B en general, las miradas que daban hacia la línea de la derecha estaban llenos de desprecio y ridículo.
El Rango D fue naturalmente el peor dentro de la secta. Con más de cien del total de seiscientos discípulos ya presentes en el salón, su cola se extendía hasta las escaleras de piedra. Todas y cada una de estas personas también parecían estar emocionadas, y movían la cabeza hacia arriba y hacia abajo para ver si su lugar en la fila avanzaba o no. Nadie en esta fila tenía las agallas para mirar de vuelta a los discípulos de Rango C que se burlaban de ellos, era obvio que los discípulos de Rango D sentían una sensación de inferioridad hacia ellos.
Esencialmente, los rangos superiores miraban hacia abajo en los rangos inferiores. Los discípulos de Rango A despreciaban a todos, los discípulos de Rango B despreciaban los Rangos C y D, los discípulos de Rango C miraban con desprecio a los Rango D, y los que estaban dentro del Rango D... se miraban a sí mismos.
Por supuesto, como fue el caso con todo en este mundo, hubo excepciones. Los discípulos con un clan rico tendrían suficiente dinero para comprar sus propias Piedras Espirituales, y algunos de ellos incluso podrían estar mejor que aquellos en el Rango A. Esos discípulos excepcionalmente ricos eran los menos propensos a estar aquí temprano, especialmente por el bien de solo una Piedra Espíritu o dos. Para ellos, no hizo mucha diferencia en absoluto.
…..
Sintiéndose aburrido, Fang Xing permaneció perezosamente en la línea con los otros discípulos del Rango D hasta que notó que alguien le hacía una mueca desde la fila de Rango C. "¿Qué estás mirando?" Fang Xing preguntó. "¿Quieres que saque tus ojos?"
El discípulo era de una estatura débil y parecía más un erudito que un discípulo de la secta. Después de ver a Fang Xing siendo apretado entre todas estas personas altas, particularmente detrás de un hombre bastante regordete que hacía que el chico pareciera aún más pequeño, no pudo evitar divertirse de la vista. ¿Quién habría pensado que este pequeño mocoso tenía tal temperamento? Con solo una mirada, Fang Xing comenzó a arremeter contra él como una musaraña.
Aunque el discípulo de Rango C era de hecho frágil, siempre había despreciado a aquellos en el Rango D. Él podría haber permitido que esto se deslice si fuera de otra persona, ¿pero un niño en un rango inferior? No había forma de que fuera a dejar esto ir. "Humph! Un discípulo Rango D. ¡Qué impetuosos, qué malos modales!"
"Oye, marica, ¿qué dijiste?" Un fuerte grito atrajo la atención de todos. A Fang Xing siempre le habían desagradado las personas como esta.
"¿A quién acabas de llamar marica?" el débil discípulo preguntó enojado, su rostro enrojeciendo.
"¿Quién crees? ¡Marica! ¡Eunuco sin verga!"
"También eres un discípulo de la secta, ¿por qué usarías palabras tan vulgares?" el débil discípulo cuestionó nuevamente, cada vez más inquieto.
"¡Vulgar como tu madre! ¡Marica!"
El discípulo débil pisoteó su pie y señaló con su dedo a Fang Xing. "¡Tal... falta de respeto!"
Las habilidades de maldición y regaño de Fang Xing pueden incluso haber superado a dos de esos casamenteros [1] en el campo combinado. De vuelta en el Valle Guiyan, Fang Xing una vez había subido a la cima de un árbol antes de lanzar sus ataques verbales contra cuatro hermanos hasta que no pudieron hablar. Había enfurecido tanto a los hermanos que estaban decididos a cortar el árbol solo para llegar a Fang Xing.
Enfrentado con alguien tan inarticulado, a Fang Xing le pareció tan fácil como beber un vaso de agua.
[1]: Los casamenteros chinos son estereotipados en la cultura china por ser ruidosos, entrometidos y muy directos en sus palabras. Esto es particularmente cierto para aquellos del campo debido a la falta de educación
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