Capítulo 15: Masacre Feroz
Ryou prestó mucha atención a las personas que habían arrojado cosas a su familia. Recordó sus rostros con enorme odio, y con una voz imponente ordenó:
“Desaten a estas personas, arrodíllense y supliquen. Quizás les ahorre sus vidas hoy”
La joven de 16 años, Xiao, a pesar de estar seriamente lastimada, no estaba desmayada aún. Al oír la voz de Ryou juntó todas sus fuerzas para levantar su cabeza y mirar a su hermano. Intentó advertirle que corra ya que si descubrieran su identidad sería acusado también y sufriría su mismo destino, pero no tenía la fuerza para hacerlo. Ya estaba usando todo su ser para no desmayarse, pero su garganta seca no le permitía hablar. Hacía días que estaba colgada en este poste sin beber un poco de agua.
El aldeano regordete de nariz chata lo miró con desdén y dijo:
“¿Quién crees que eres para comportarte de esa forma enfrente de nuestro patriarca?”
A pesar que era una aldea chica de solo 1500 personas, los pocos que tenían el control en la aldea rara vez se interesaban por el resto de los aldeanos. Ese era el caso de Kim Gu que era de la misma familia que el patriarca de la aldea.
Además Ryou había cambiado mucho su físico en poco tiempo. Sus músculos se habían tonificado y había crecido unos cuantos centímetros de altura. Esto por supuesto era gracias al Anillo Escarlata de Orión que provocó su rápido aumento de niveles.
Además sus ropas eran de primera calidad ahora lo cual lo hacía lucir muy diferente al viejo Ryou con harapos, haciendo que casi nadie en la aldea pudiera reconocerlo.
“Soy la persona que clavará tu cabeza en una pica para que los cuervos se hagan un festín con la misma” sentenció dominantemente.
No estaba de humor para intercambiar más palabras con este despreciable humano.
El aldeano de nariz chata se estremeció al escuchar esto, mientras que la señora de nariz curva empezó a maldecirlo brutalmente y dijo:
“Niño arrogante te atreves a hablarle así a mi hermano. ¡Ni los dioses podrán salvarte hoy!”
Ryou la ignoró, y se paró justo enfrente del patriarca y sus fieles seguidores.
“¿Qué pruebas tienes de que estas personas cometieron un crimen?”
El patriarca parecía confundido, a pesar de ser un despiadado Guerrero de nivel 5 su experiencia le decía que debía tener cuidado con este joven de mirada asesina, así que tomando algunas precauciones respondió solemnemente con aires de grandeza como si fuera el dueño de la verdad absoluta:
“No sé cuáles son tus negocios con estas personas pero viendo tu interés te de lo diré”
“Estas personas son criminales que robaron algunas cosas de la casa de mi primo, Kim Gu, y las pruebas son que hay una testigo y que los objetos fueron encontrados en su casa y…”
Ryou lo interrumpió de inmediato: “¿Qué clase de objetos son esos?”
El patriarca frunció el ceño y dudó sobre cómo responder, pero finalmente dijo:
“Esto… son 10 trozos de carne, un saco de monedas y una tetera fina antigua”
Ryou pudo confirmar de inmediato sus sospechas, esos objetos eran los que él les había dado y también la vieja tetera del abuelo Sun, su objeto más preciado.
“Estos aldeanos descarados arruinaron la reputación de mi familia para poder robar sus cosas valiosas y además buscan matarlos para silenciarlos”
Pensó con ojos inyectados de sangre, y luego gritó de forma dominante con el fin que todos escucharan sus palabras:
“No me importa si eres cómplice de ellos o no, como responsable de la aldea es tu deber investigar bien el asunto antes de tomar la imprudente decisión de castigarlos”
“Esos objetos han sido regalados por mí, Ryou, y definitivamente no son robados”
“Viendo que eres incompetente al extremo como patriarca he decidido que serás castigado al igual que todos los que han participado en esta injusticia”
Después de dejar esas palabras y mientras aún todos estaban aturdidos asimilando las mismas; Ryou ya no desperdició palabras superfluas y en un instante arremetió contra el aldeano de nariz chata desenvainando su sable curvo velozmente.
Su cabeza fue separada de su cuerpo fácilmente, como una naranja siendo cortada al medio por un filoso cuchillo. La sangre brotó con furia manchando el árido terreno.
“¡Hermano! ¿Qué has hecho? ¡Animal!” gritó la señora de nariz curva pero antes que alguien más pudiera reaccionar Ryou se abalanzó hacia su cuello con su mano izquierda y la levantó en el aire.
“¡Bastardo deja a mi prima ahora!” exclamó el patriarca con furia en sus ojos.
“¿Por qué debería? ¡Merece morir!” sentenció fríamente.
Un sonido particular se escuchó a la distancia, era un grito sofocado acompañado con el ruido de los huesos rompiéndose. Su cuello había sido brutalmente aplastado por Ryou hasta dejarlo con la mitad de su tamaño normal.
“¡Mátenlo!” gritó el patriarca sus más fieles hombres se dirigían con furia hacia Ryou usando lanzas en la mano.
Suki Naomi estaba paralizada, aunque sabía que debía ayudar a su amigo, esta faceta de Ryou le había dejado una enorme impresión. Mató a dos personas en un instante sin parpadear y la sed de sangre que emanaba de su cuerpo no había sido reducida ni un poco.
Su tranquilo compañero de viaje se había convertido en un demonio sangriento de un momento a otro sorprendiéndola totalmente. Aunque ella había entrenado desde pequeña, siempre lo hizo junto a su padre y nunca había participado en una pelea real a muerte.
En este momento ella estaba paralizada y en shock.
Los guerreros de esa pequeña aldea eran en general muy débiles, rondaban el nivel 2 y el nivel 3 del rango Guerrero. Por otro lado eran una gran cantidad cercana a 20 y Ryou estaba peleando solo contra todos ellos siendo solo un nivel 3. Además incluso si los derrotaba a todos aún le quedaría el patriarca el cual era un Guerrero nivel 5. Sin duda esto hacía que Ryou tenga las posibilidades en su contra esta vez.
Tres guerreros con lanzas lo rodearon de inmediato. Uno de ellos que se colocó en su espalda gritó con furia, y arremetió contra Ryou con su arma pero ¿Cómo podría eso funcionar contra Ryou? Él ya se había convertido en uno con su sable haciendo que sus movimientos alcancen la perfección, mientras utilizaba el método Buteyko para aumentar su fuerza y destreza varias veces.
Sin ni siquiera mirar a su oponente se dio vuelta girando su cintura y esquivo fácilmente la lanza. Luego cortó con su sable el brazo de su atacante, el cual salió disparado varios metros a distancia tiñendo el terreno de color rojo.
Viendo que la situación no era buena, los otros dos también atacaron a Ryou ferozmente pero sus lanzas no lograron conectar ni un solo golpe. Había esquivado sus golpes sin ningún esfuerzo.
“Destello del Dragón Volador” gritó Ryou abalanzándose hacia sus oponentes rápidamente.
Los dos guerreros intentaron defenderse con sus lanzas pero éstas fueron cortadas fácilmente y los dos se convirtieron en un picadillo de carne de inmediato. Habían sido cortados más de 20 veces cada uno en tan solo un instante.
Aunque aún estaba lejos de su máxima potencia, el poder de la técnica Destello del Dragón Volador se había incrementado mucho ahora que Ryou era un Guerrero Nivel 3.
A pesar que en solo una pequeña fracción de tiempo dos aldeanos y 3 guerreros de la aldea habían sido brutalmente asesinados por Ryou, las posibilidades aún estaban en su contra. Frente a él se encontraban más de 15 enemigos, incluyendo al patriarca el cual era muy poderoso.
Otros cuatro guerreros de la aldea que parecían estar sincronizados caminaron hacia adelante, dos de ellos tenían varias lanzas cortas en sus manos mientras que los otros dos usaban un escudo de madera y metal, y un garrote con pinchos como arma.
“¡Son los 4 protectores de la aldea!”
“Ese niño ahora sí está muerto” Comentaron algunas voces a la distancia.
Ryou frunció el ceño. Pudo notar que estos 4 eran diferentes al resto, a pesar que solo eran Guerreros del pico de nivel 3 su poder marcial real era superior a todos los enemigos que se había enfrentado hasta ahora. Posiblemente serían más fuertes que Guerreros de nivel 4 promedios, estaban bien entrenados y tenían una gran experiencia en combate real.
Además utilizaban una formación de combate, podía notarse que estaban acostumbrados a pelear juntos.
Los dos más grandes se acercaban lentamente con sus escudos en posición defensiva, mientras que los dos más pequeños apuntaban sus lanzas hacia Ryou desde atrás.
Ryou supo de inmediato que si lo atacaban en esta situación podría ser gravemente herido, lo primero que debía hacer era deshacer su formación.
Saltó hacia atrás varios metros y comenzó a dibujar rápidamente un pentagrama con extraños símbolos en el suelo usando la punta de su sable.
Los aldeanos lo miraban confundidos ¡Este chico se ponía a hacer garabatos en la arena cuando estaba a punto de morir!
Los cuatro protectores se acercaron lentamente y cuando estaban a solo 10 pasos de distancia de Ryou los dos de atrás apuntaron sus lanzas hacia él. Eran expertos lanzando y rara vez fallaban en su objetivo, una vez que tenían a alguien en la mira el único resultado posible era atravesarlo enteramente o solo clavarlo por la mitad.
Pero antes que pudieran hacer su movimiento, un remolino de arena se agitó en los alrededores. La arena comenzó a moverse de forma rápida, era como si una pequeña tormenta de arena cayera sobre ellos violentamente dañando su rango de visión, el cual se había sido reducido a solo un metro dentro de la tormenta.
Ryou sabía que no podía desperdiciar esta oportunidad que había generado, inyectar su energía en el terreno y controlarlo con su nivel de cultivación actual era algo muy difícil que podía hacer solo una vez al día, y únicamente utilizando métodos especiales. Ya que el derroche de energía era muy grande para alguien del rango Guerrero.
Inmediatamente brincó hacia adelante a toda velocidad y se puso detrás de los 4 protectores. A pesar de que tampoco podía ver, la tormenta de arena estaba hecha por su propia energía por lo cual podía sentir claramente la presencia de todas las personas dentro de esta.
Arremetió contra los portadores de lanzas primero y luego contra los hombres grandes con escudo por la espalda.
Aunque los demás aldeanos no podían ver lo que estaba pasando dentro de la tormenta de arena, un grito desgarrador tras otro se sintió aterrorizando a la multitud.
Minutos después, la feroz tormenta comenzó a apaciguarse y lentamente desapareció, pero la imagen que se mostró tras la misma dejó en shock a todos.
Los cuatro protectores yacían muertos en el suelo con sus miembros cortados y sus cuerpos masacrados. Habían sucumbido ante la furia de Ryou, que se encontraba parado en el medio de ellos, de forma imponente, con su sable en la mano.
Con sus ojos inyectados de sangre y levantando el mentón hacia el patriarca de la aldea preguntó fríamente: “¿Quién será el siguiente?”
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