Capítulo 20: Runas Espirituales
Caminaron durante algún tiempo, mientras habló amistosamente con Gu Lei de muchas cosas. La anciana parecía una dulce abuelita mientras conversaba con Ryou.
“Joven Ryou, tengo entendido que usted proviene de una pequeña familia pobre, por lo cual no tiene apellido ¿Es cierto?” Preguntó Gu Lei después de conversar durante un rato.
Ryou asintió con la cabeza, no tenía sentido intentar ocultar ese hecho.
“Siendo ese el caso, cuando usted regrese del Torneo de Juniors podría tomar en consideración unirse a mi familia Gu. Como persona más anciana de mi familia, tengo la libertad de poder escoger si quiero adoptar uno o dos nietos” Se rió Gu Lei, con su voz débil y aguda.
Ryou se sorprendió un poco, acababa de conocer a Gu Lei pero igualmente ella quería invitarlo a unirse a su familia.
Estaba claro que sus habilidades como alquimista habían dejado un gran impacto en todos los ancianos del consejo pero, aun así, esto era algo sorprendente.
Pero a pesar de las buenas intenciones de los miembros de la familia Gu que había conocido hasta el momento, como Gu Heng, Gu Kuan, Gu Ming, y Gu Lei; la realidad es que Ryou no tenía intención de unírseles.
Podría ser considerado un honor para cualquier otra persona unirse a la familia más poderosa de la tribu Roca Ardiente, pero para Ryou eso no era importante. Su panorama era mucho más amplio que solo una simple tribu del Gran Desierto Oscuro. Además en el fondo deseaba volver a revivir su extinto apellido, Sumeki, y formar su propia familia.
Pero para no despreciar las buenas intenciones de la anciana, simplemente respondió:
“Muchas gracias, lo consideraré cuando regrese del torneo”
Finalmente llegaron hasta un edificio circular de color blanco que tenía unos enormes grabados rúnicos en la entrada. Eran letras extrañas que solo estudiosos en la materia podían leer.
Ryou vagó en sus recuerdos, este antiguo edificio se veía exactamente igual a como lo recordaba hace tantos años atrás.
Gu Lei miró a los dos jóvenes que lo seguían y explicó:
“La razón por la cual Suki Tora y yo los trajimos a ustedes dos aquí hoy es porque necesitan escoger un arma de primera calidad y aplicarle un grabado rúnico especial a la misma para poder competir con los principales genios de las otras tribus”
“Esto es algo que solo los Grandes Guerreros de la tribu tienen la posibilidad de hacer pero dadas las circunstancias no podemos escatimar recursos ya que ganar el torneo es demasiado importante para nuestra tribu”
Al escuchar esto Suki Naomi pareció vacilar y dirigió una mirada confundida a su padre que estaba a su lado. Suki Tora entendió sus dudas al instante y explicó:
“Fui informado que la familia Liang ya tiene ocupados todos los puestos de la competencia para representar a la Gran Tribu Sol Radiante, por lo cual no necesitan de ti”
“Por otro lado, yo deseo que tengas más experiencia en combates reales contra oponentes de tu misma edad, así que pedí un permiso especial para que se te permita participar como representante de la tribu Roca Ardiente; después de todo vives aquí ahora”
Suki Naomi asintió en señal de entendimiento, había sido despreciada por su verdadera tribu con su nivel 4 del rango Guerrero, no era suficiente para ellos.
A pesar que Suki Naomi parecía tener alrededor de 17 años en realidad solo tenía 15 años. Pero su cuerpo bien desarrollado y su mirada madura la hacía lucir más grande de lo que era realmente.
Aunque la Gran Tribu Sol Radiante la había despreciado como representante de ellos, era un perfecto candidato para la Tribu Roca Ardiente donde prácticamente no había genios poderosos.
Gu Lei tosió levemente y señalando una mesa llena de armamentos y dijo:
“Suki Tora nos ha hecho el gran favor de poner a nuestra disposición algunas de las mejores armas, armaduras y protectores que ha creado, son todas piezas de nivel intermedio y pueden escoger libremente”
“Una vez que hayan terminado le realizaré un grabado rúnico a las armas para aumentar su poder”
Ryou analizó sus opciones, él sabía que necesitaba una nueva arma de forma urgente para reemplazar su sable roto.
Contempló las armas que tenía en la mesa y finalmente eligió una.
Era un sable de 100 cm, con una bella empuñadura de color dorado, cuya curvatura era muy ligera haciendo parecer que era una espada al estar envainado.
La razón por la cual eligió ese sable era porque al ser tan similar a una espada, y con su nivel de maestría, podría utilizar ambos tipos de técnicas sin problemas.
Luego se fijó en las armaduras completas que había sobre la mesa y las descartó todas, eran demasiado pesadas para su estilo de lucha y restringirían sus movimientos.
Ryou prefería no sacrificar movilidad por lo cual se limitó a escoger una pechera de cuero con pequeñas láminas de acero que otorgaban cierta protección, y unos guantes de cuero reforzado. Mantuvo el resto de su equipo actual.
Al mismo tiempo Naomi también terminó de escoger su equipo.
Lucía una fina armadura ligera de color rojo que hacía resaltar sus curvas. Respecto a su arma seguía portando la misma espada que siempre había usado, ya que era una buena arma también hecha por su padre y no tenía sentido cambiarla. Estaba acostumbrada a esta.
Gu Lei estaba satisfecha con la elección de los jóvenes, y sosteniendo un pesado libro antiguo en sus manos ordenó:
“Escojan alguna de las runas espirituales que hay en este libro para que pueda grabarla en sus armas”
Ryou echó un vistazo al libro, eran todas runas de rango plata que no podían entrar en sus ojos. Pero a pesar de eso reconoció que el nivel de las runas espirituales de la Tribu Roca Ardiente no estaba mal actualmente. Incluso era un poco superior a las que tenían en su época de oro, miles de años atrás, cuando apenas contaban con runas de rango bronce.
“Supongo que las respectivas tribus que habitan en el Gran Desierto Oscuro han progresado un poco en lo que respecta a Runas Espirituales” pensó Ryou mientras ojeaba el libro.
Las runas del libro eran casi todas ofensivas, algunas permitían calentar la punta del arma a altas temperaturas para aumentar el daño. Otras permitían congelar la misma para hacer sentir el frío extremo al golpear. Incluso había una que al activarse permitía envenenar a quien tocará el filo del arma encantada, lo cual lo debilitaría progresivamente. Pero todas estas runas eran sumamente inútiles para Ryou ya que dependían de poder golpear al rival en un punto débil para que funcionaran correctamente.
¿Y si su rival tuviera una enorme armadura que protege todo su cuerpo? O ¿Si fuera increíblemente rápido para esquivar los golpes? Estas runas no le eran útiles en esos casos.
“Maestra Gu Lei ¿Qué rango en grabado rúnico tiene usted actualmente?” preguntó Ryou fingiendo admiración.
“Soy una encantadora rúnica experta del rango plata” afirmó con orgullo la pequeña anciana con su voz aguda.
“Siendo ese el caso ¿Podría grabar una runa, de rango plata, que no aparece en este libro en mí arma?” Preguntó Ryou. A pesar que él conocía infinidad de runas poderosas su nivel de cultivo actual lo limitaba a la creación de runas rango bronce únicamente, si fuera a romper en el rango de Gran Guerrero podría fabricar runas de rango plata también.
La anciana lo miró sorprendida y preguntó: “¿Joven conoces el lenguaje rúnico antiguo?”
Ryou negó con la cabeza, sería demasiado escandaloso que alguien de su status y edad tenga semejante conocimiento. Así que respondió con falsa modestia:
“Solo conozco unas pocas runas que me fueron mostradas por mi maestro. Y tengo la suerte de tener una memoria perfecta, lo cual me permite reproducirlas correctamente de forma segura. Pero mi rango es demasiado pobre aun para poder grabarlas en un arma y además no conozco el lenguaje rúnico, por lo cual solo son garabatos bonitos para mí”
La anciana ya había escuchado sobre el misterioso maestro de Ryou a través del jefe del departamento de alquimia, Kui Yu, así que entendió la situación, y asintió con la cabeza. Además sería una enorme ganancia para la tribu poder aprender nuevas runas espirituales.
De hecho ¡Durante los últimos 20 años no habían descubierto ninguna runa espiritual nueva!
Ryou le mostró a la anciana un complejo grabado usando papel y lápiz.
Gu Lei lo estudió durante unos instantes y afirmó: “Me llevará un tiempo realizarlo correctamente en el arma, ya que este grabado exige una buena cantidad de poder espiritual, pero de todas formas lo tendré listo para mañana, al igual que los otros dos”
“¿Otros dos?” repitió Naomi luego de escuchar a la pequeña anciana.
“Eso es correcto, olvide mencionarlo pero cada tribu tiene la posibilidad de enviar a tres concursantes. Además de ustedes dos, también hay otra persona que nos representará” comentó Gu Lei, y luego agregó: “Tengo entendido que esa persona está agradecida con el joven Ryou, y quiere conocerle pronto”
Ryou no recordaba haber ayudado a ningún otro joven, con excepción de Naomi, desde que llegó a la Villa Principal. Lo único que recordaba era la cantidad de enemigos que había cortado con su arma. Pero a pesar de que no le encontró sentido a las palabras de Gu Lei, tampoco le interesó el tema, y simplemente ignoró el asunto.
“Siendo así volveré en unas horas, debo atender unos asuntos ahora” Informó Ryou, y se despidió de los ancianos y de Naomi.
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