Capítulo 27: Gran Tribu Plumas Sagradas
El combate entre Gu Ming y la enorme bestia feroz se había intensificado. A pesar que el primer anciano era un experto insoldable del Gran Desierto Oscuro, no podía tomar ventaja contra este enemigo. De hecho sería correcto decir que estaba retrocediendo.
Pero eso no fue un problema, ya que el grupo finalmente pudo ver lo que realmente era el enorme avestruz que se aproximaba a gran velocidad. Lo que antes pensaron que eran espinas oscuras en su lomo, en realidad eran personas con túnicas negras. Y el avestruz de casi 20 metros de alto era por supuesto su bestia feroz entrenada como montura. Al acercarse, algunos expertos del grupo la reconocieron al instante, ya que esta criatura era conocida por muchos, debido a algunos eventos importantes anteriores.
“Es la Gran Tribu Plumas Sagradas” Exclamó eufóricamente uno de los expertos heridos del grupo con alivio en su rostro
Las casi 40 figuras con túnicas negras bajaron rápidamente de la montura, y comenzaron el ataque contra el horrible monstruo que peleaba con Gu Ming.
La Gran Tribu Plumas Sagradas actuó como pirañas devorando una presa sangrienta en el rio, y en solo unos instantes el horrible monstruo había sido cortado en mil pedazos.
Los gritos de aclamación de todos se escucharon con fuerza, estaban salvados. Salvados por la Gran Tribu Plumas Sagradas.
Uno de sus miembros dijo usando una voz antigua:
“Anciano Gu Ming ¡Hace tiempo que no nos vemos! Me alegra haber llegado a tiempo…”
“Desde ahora, ya no tienen necesidad de preocuparse, ni de escapar. Nos ocuparemos de la situación en la villa, y ya tendremos tiempo para charlar luego”
Luego de dejar esas palabras y antes que Gu Ming pueda responder, todo el grupo con túnicas negras se dirigió hacia el centro de la Gran Villa para eliminar a las bestias restantes.
Kui Chen que aún observaba todo desde arriba del enorme búfalo, pudo por fin recuperar sus colores y dijo con aires de autosuficiencia: “Yo sabía que ellos vendrían, por eso no había necesidad de escapar”
“¡El joven maestro es increíble! ¡Pudo entender la situación antes que nadie!” Exclamó un adulador del grupo, no perdería esa oportunidad para ganar puntos con Kui Chen.
Pero Gu Ming lo miró con decepción, claramente no compró sus palabras.
Esa mañana corrió sangre por toda la villa.
Los pobladores, que jamás habían visto a las bestias superar las defensas e ingresar a la Gran Villa Principal, se encontraban ahora aterrorizados. Pero cuando vieron a la Gran Tribu Plumas Sagradas derrotar a todas y cada una de las bestias, los trataron como sus héroes salvadores y les dieron una calorosa bienvenida.
Por otro lado los guerreros sobrevivientes de la Gran Tribu Sol Radiante, que habían resistido el ataque durante varios días, estaban muy molestos. ¿Dónde habían estado ellos antes de este día? Pero ninguno se atrevió a quejarse, ya que sin importar las circunstancias, habían sido salvados por los Plumas Sagradas y su gente.
Durante la tarde de ese día, la Gran Villa ya había recuperado su color habitual. A pesar de que había algunos daños notables, no hubo grandes pérdidas de vidas, ni tampoco estructuras importantes dañadas.
Los miembros de la tribu Roca Ardiente regresaron al palacio donde se hospedaban, la mayoría de sus expertos estaban seriamente lastimados así que aprovecharon para descansar. Incluso los ancianos del consejo, como Gu Ming y Gu Heng, tenían cierta cantidad de heridas también, por lo cual sintieron alivio al saber que podían relajarse un poco.
Ryou por otro lado no pudo compartir la opinión de la mayoría, su vasta experiencia de vida le indicaba que algo olía muy mal en esta situación. En el pasado había visto complots magistrales que pusieron al mundo de rodillas, y la situación actual le recordaba un poco a estos.
“¿Qué tan probable es que de forma natural el ataque de las bestias de este año sea tan diferente al de los años anteriores? ¿Y qué la tribu Plumas Sagradas apareciera en el momento justo en que las bestias entraron en la Gran Villa? Sumamente improbable. Eso sumado a la extraña y horrible Bestia Feroz que apareció al final… He observado el mundo por cientos de miles de años pero jamás vi algo así antes…Si tengo que apostar, creo que era una bestia hibrida, similar a las que suelen ser creadas artificialmente en partes más prosperas del imperio ¡Demasiado extraño!” Analizó Ryou mientras se vestía para la ocasión, pronto partiría hacia la Gran Torre Oscura para participar de la subasta.
El ocaso se estaba acercando y Ryou no quiso perder más tiempo divagando sobre la situación, y se marchó hacia la casa de subastas.
Al llegar a la torre pudo ver a algunas grandes figuras charlando en la entrada. Eran ancianos, protectores y principales personajes de las tribus más poderosas del desierto.
Por supuesto el tema más recurrente era que todos habían sido salvados por la Gran Tribu Plumas Sagradas. Ryou no perdió su tiempo con esta gente y entró de inmediato a la torre.
Ingrid Randversson lo saludó de inmediato al verlo, y con una deslumbrante sonrisa, dijo: “Bienvenido señor Ryou. Sus productos han llegado esta mañana como prometió y están listos para ser subastados”
Ryou asintió con la cabeza levemente pero replicó de inmediato:
“Es cierto que cumplí con mi parte del trato y entregue los productos, pero aún no es seguro si voy a querer subastarlos aquí… quizás elija otro lugar para hacerlo ya que aún no me ha dado la respuesta que busco”
La señorita Ingrid Randversson, que no era ni remotamente tonta, entendió de inmediato a lo que Ryou se refería. Él le había exigido pagar solo un 10% de tasa de comisión por rematar la totalidad de sus productos en la subasta, pero ella aún no le había dado su respuesta definitiva ya que ella debía consultarlo primero con el jefe de la casa de subastas.
“Está bien, mi superior ha aceptado su propuesta. Luego de la subasta solo deberá firmar unos papeles para formalizar nuestro acuerdo y todo estará arreglado” Afirmó ella, y luego agregó: “Hay solo una condición adicional para este acuerdo”
“¿Cuál será?” Preguntó Ryou sin interés, él ya suponía de qué se trataba de antemano.
“Con el fin de formar un acuerdo a largo plazo, el nombre del alquimista rango Oro debe ser revelado” Comentó ella.
Ryou simplemente sonrió y asintió: “Que así sea”
La señorita Randversson lo acompañó hasta el primer piso de la torre, donde se realizaría la subasta. En esa enorme sala ya había algunas personas acomodadas en sus asientos, que al ver pasar a Ryou y acomodarse en la primera fila sintieron cierta envidia. Ellos eran conocidos expertos de distintas tribus así que ¿Porque debían sentarse a la mitad de la sala mientras un joven desconocido se sentaba en la primera fila? Pero no podían hacer nada más que quejarse en silencio, ya que los asientos estaban preestablecidos según el status.
Lentamente la sala se fue llenando, Gu Ming, Gu Heng y Suki Tora también llegaron, y fueron acomodados cerca de Ryou.
Al fondo de la sala, Ryou pudo ver sentados a Naomi y Kui Chen. Junto a ellos estaban otros discípulos de las distintas tribus. Estos discípulos se sintieron extrañados por su persona ¿Qué clase de status podía tener un jovencito, como Ryou, para poder sentarse en primera fila junto a los líderes de todas las grandes tribus? El que peor tomó la situación fue Kui Chen, que estaba lleno de envidia ante el trato que recibía su junior.
“Podrás engañar a otros pero no a mí. Se perfectamente que eres solo un campesino de una pequeña aldea, no tienes el status, ni el dinero, para estar sentado adelante mío” Pensó, con cara de disgusto, Kui Chen.
Minutos después las figuras principales también fueron llegando y se sentaron en sus respectivos asientos. La sala con 200 asientos estaba llena, con excepción de un solo lugar.
El jefe de la Gran Tribu Sol Radiante no había aparecido hoy.
Aunque nadie sabía la razón, la subasta ya no podía demorarse más y la señorita Randversson subió al escenario como persona a cargo de la misma.
“Bienvenidos a todos a la Gran Subasta Sol Radiante”
“Antes que nada, como todos saben, debido a los problemas con las bestias feroces casi debemos suspender la subasta de hoy. Por esta razón quiero agradecer en nombre de toda la casa de subastas a la Gran Tribu Plumas Sagradas, que nos ayudó enormemente con el asunto y nos permitió a todos nosotros estar presentes esta noche”
Luego de decir esas palabras, hubo algunos aplausos apagados y finalmente Randversson sentenció:
“¡Que empiece la Gran Subasta!”
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