Capítulo 59: Pánico y Terror
Viendo como Ryou logró eliminar, en tan solo unos segundos, a varios objetivos puntuales en de las tropas enemigas; uno de los soldados de su ejército, sin darse cuenta, musitó:
“El señor Ryou… ¿En realidad nos necesita para algo?”
Este comentario garrafal, que se le escapó a ese soldado, era algo que muchos estaban pensando en ese momento, el poder de su joven Comandante General había llegado a alturas insospechadas en muy poco tiempo. Además su carácter no era algo simple, había eliminado con precisión a cada una de las personas que se burlaron de él antes, demostrando así que ofenderle era una pésima idea.
Todos habían sido testigos de cómo Ryou derrotó al General del ejército enemigo en tan solo unos instantes, esta hazaña había sido impresa con fuerza en sus corazones. Después de todo, aquella persona era un Gran Guerrero del pico, una de las personas más poderosas de todo el Gran Desierto Oscuro, y aun así no fue ningún partido para este joven de tan solo 13 años.
Por otro lado, los enemigos estaban aterrorizados y cada vez se puso peor a medida que notaron las muertes rápidas de sus compañeros a su alrededor. Un sudor frio corrió por sus rostros, las personas más poderosas de su ejército ya estaban muertos, mientras que las tropas de la tribu invasora aún no habían sufrido ningún daño.
Por supuesto todo esto era parte del esquema de Ryou, quien de antemano calculó que esta táctica sería la más eficiente contra este enemigo, pensando en el objetivo de bajar la moral al máximo y de eliminar a los oponentes más fuertes de forma rápida y segura.
En este momento la situación se había invertido, y a pesar que los enemigos seguían siendo muchos más en cantidad, nadie de la tribu Roca Ardiente temía de ellos. Esto era porque habían presenciado tres veces seguidas el poder y la superioridad de sus guerreros de elite.
En el lado opuesto, los soldados de la tribu Plumas Sagradas se habían quedado sin su comandante, y su moral estaba por los suelos. Muchos pensaban en el hecho de echarse a correr pero ¿A dónde escapar? No había salida para esta situación, si corrían hacia su Villa Principal serían tachados como traidores, mientras que si se quedaban acá, posiblemente serían masacrados brutalmente. Su situación no era sencilla.
Cuando todo era desesperación y caos, una potente voz se escuchó dentro de las tropas enemigas.
Un hombre de mediana edad, con una enorme cicatriz vertical en el ojo, que parecía estar cerca de morir en cualquier momento, habló con fuerza mientras escupía algo de sangre:
“¡No se rindan! Seguimos siendo muchos más que ellos, y además cuando el Jefe Tribal note la situación actual, vendrá a apoyarnos de inmediato” Gritó este personaje, que anteriormente había perdido un duelo contra Suki Tora y en este momento se encontraba en pésimas condiciones. A pesar de su terrible estado, juntó el coraje para hablar cuando la mayoría ya se había resignado, haciendo que la moral de todos sus compañeros suba un poco. Los que estaban pensando en soltar sus armas y correr, las sujetaron con fuerza ahora. La simple mención sobre su Jefe Tribal había despertado cierto grado de valentía en estas personas. Además si este sujeto destartalado se animaba a resistir ¿Cómo podrían los que estaban en perfecto estado pensar en escapar?
“Parece que no será tan sencillo…” Resopló Ryou, su plan había tenido éxito pero de todas formas no sería tan fácil ganar esta batalla, no sin derramar grandes cantidades de sangre o mostrar algún truco.
“Ya no tiene sentido contenerme más” Pensó Ryou con una amarga sonrisa.
Luego tocó su pecho, y agarrando el Amuleto de Tharsis, que colgaba de su cuello, gritó:
“¡Absorción de Almas!”
La multitud pudo ver horrorizada como los cuerpos de Wang Bong, Wang Yu y los otros expertos asesinados recientemente, desprendían una especie de niebla color blanco que se dirigía directo hacia el amuleto de Ryou. Al ingresar en este, el amuleto mostró un brillo color verde, que fue aumentando gradualmente con cada alma que capturaba.
Al mismo tiempo; todos pudieron ver cómo, en cuestión de segundos, los cadáveres se habían secado. Como si llevaran años muertos en ese lugar.
Un veterano con aires de erudito, que miraba aterrorizado la situación, murmuró:
“Imposible… ¿Acaso está capturando las esencias de almas de las personas?”
Luego de ver esta situación, y en tan solo cuestión de segundos, los rostros envalentonados de la tribu Plumas Sagradas cambiaron al nivel máximo de cobardía posible.
Una cosa era morir con valentía en busca de la gloria eterna, y otra muy distinta era convertirse en una marioneta espiritual del enemigo, después de la propia muerte.
Aunque nadie sabía exactamente sobre cómo funcionaba el arte de la manipulación de almas, había incontables leyendas e historias sobre el tema, que podían ponerle la piel de gallina hasta al más valiente.
Los enemigos, con sus rostros pálidos, comenzaron a arrodillarse en el suelo suplicando por clemencia. Incluso hasta el valiente guerrero de la cicatriz en el ojo tuvo que cerrar la boca luego de ver esto, la situación ya entraba en el rango de lo espeluznante.
Ryou generalmente no mostraría este poder delante de otros, ni siquiera frente a sus propias tropas, esto era debido a que la manipulación de almas era considerada como un camino demoniaco y estaba completamente prohibido por el Imperio Zhou. Por lo cual revelar el poder del Amuleto de Tharsis era algo negativo para Ryou. Pero también lo sería una dura batalla donde la mayor parte de su ejército moriría. Así que puso todo en la balanza y finalmente decidió usar su poder más despiadado. Algo que intimidaba hasta a los más valientes, y los haría suplicar por misericordia.
Ryou estaba confiando en que debido a la lejanía del desolado desierto la información tardaría demasiado tiempo en llegar hasta la capital imperial. Y para cuando lo haga, él ya podría cuidarse a sí mismo sin temer al imperio. Además un campo de batalla era la zona más beneficiosa para recolectar esencias de almas, y sería un desperdicio no aprovecharlo.
Las almas cargaban lentamente la fuerza de este objeto de calidad divina. Y cuando hubiera recolectado una gran cantidad de esencias de almas, podría liberar su poder, el cual podía ser usado para una infinidad de cosas distintas.
El Amuleto de Tharsis era uno de los objetos divinos más versátiles que Ryou conocía, esto era porque funcionaba como una gran pila recargable, y su energía eran las propias almas.
Pero a diferencia de otros objetos no tenía un uso específico, sino todo lo contrario. Este amuleto podía utilizarse para potenciar el poder de técnicas, matrices, otros objetos y de infinidad de cosas más. Siempre en cuando tuviera suficiente poder de almas en su interior, prácticamente podría ser utilizado para cualquier cosa. Si hubiera que describirlo en dos palabras sería aterrador y practico.
“¡No quiero terminar así!” Chilló un joven guerrero de la tribu Plumas Sagradas, mientras retrocedía rápidamente.
Otros soldados, con terror en sus rostros, lo siguieron. Preferían ser tachados como traidores que enfrentar el cruel destino de perder sus propias almas.
En realidad había muchas razones para decidir escapar, pero la principal era debido a una vieja historia, que databa desde hacía decenas de miles de años atrás. Esta historia narraba como un personaje terrorífico, que puso en jaque a todo el imperio durante su época. Este sujeto capturaba las almas de las personas para luego insertarlas en esqueletos de criaturas muertas, con el objetivo de usarlas para asesinar a los propios amigos y familiares de las personas controladas. Las almas estaban obligadas a obedecer a su amo, y asesinar a sus propios padres, hermanos e hijos. Un método despiadado que podría hacer sufrir a estas almas por toda la eternidad. Esta antigua historia era muy conocida en el Gran Desierto Oscuro, por lo cual la manipulación de almas despertaba un enorme terror en muchas personas.
Lo que siguió luego fue una breve batalla unilateral, la mitad del ejercito enemigo huyó de inmediato provocando que el poder de su ejército disminuya. Y los valientes que se quedaron a luchar, estaban aterrorizados por dentro, haciendo que no puedan demostrar todas sus habilidades.
Pero cuando todo parecía marchar como viento en popa para Ryou y su gente, una veloz águila de energía atravesó el campo de batalla, impactando contra el hombro izquierdo de Gu Heng. El anciano, que se encontraba luchando contra algunos oponentes, fue totalmente sorprendido por este ataque, desplomándose en el suelo al instante. Aunque no estaba muerto, la enorme herida causada lo había dejado fuera de combate, y en un estado lamentable.
Una imponente figura emergió desde la multitud, tenía una túnica típica del desierto, ideada para la batalla, y con una enorme capa. Además portaba una poderosa arma en su mano izquierda. Por supuesto esta persona era quien había lanzado la poderosa técnica.
El hombre en cuestión no dijo ni una palabra, simplemente se dirigió hacia el centro de la batalla, pero una mirada de respeto supremo se notó en los rostros de todos los miembros de la tribu Plumas Sagradas, mientras le abrían el paso a su líder.
“¡Es el señor Wang Mang! ¡Estamos salvados!” Gritó alguien, entre la multitud, con euforia.
“Finalmente ha aparecido…” Pensó Ryou, con solo echarle un breve vistazo pudo saber de inmediato que este enemigo sería el más poderoso que enfrentaría durante esta guerra.
Esta persona era el jefe de la tribu Plumas Sagradas, alguien del rango Guerrero Espiritual, un ser supremo en todo el Gran Desierto Oscuro.
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