Capítulo 60: Wang Mang
Uno de los guerreros de su ejército, se arrodilló en señal de respeto y con las palmas ahuecadas, informó señalando a Ryou: “Jefe Wang, el señor Wang Bong ha caído en batalla… ¡Fue ese mocoso! ¡Ese mocoso que roba almas lo mató!”
“Hmm…” Pronunció Wang Mang con su garganta mientras le hacía una señal a su súbito para que se retire. Él era una persona de pocas palabras, que no hablaría cosas superfluas innecesariamente, así era el carácter de este Jefe Tribal que había logrado llegar a la cima usando un poder aplastante como medio, y no el dialogo o las conexiones como hacían otros.
Ryou le devolvió la mirada a Wang Mang, y el campo de batalla pareció congelarse. Los combates aislados fueron deteniéndose y todos enfocaron su atención en estas dos personas.
“Un Guerrero Espiritual…” Murmuró Gu Kuan con respeto, mientras ayudaba a Kui Yu a tratar las heridas de su hermano mayor, Gu Heng.
Esta situación era esperable. Gu Kuan y todos los demás altos rangos del ejercito de Ryou, le habían preguntado numerosas veces sobre cómo actuar cuando les tocara enfrentar a un oponente de este nivel, pero Ryou siempre se había limitado a responder que no se preocuparan, que tenía un plan reservado para este caso. En este momento, cada uno de ellos rezaba porque esas no fueran palabras vacías; de lo contrario nadie saldría de aquí con vida hoy.
La diferencia entre un Gran Guerrero del pico, como Gu Heng, y un Guerrero Espiritual, como Wang Mang, no era algo sencillo. De hecho era aún mayor de la que había entre un rango Guerrero del pico y un Gran Guerrero. Esto era porque al dominar el Poder Espiritual, el cual era un requisito básico para avanzar al rango Guerrero Espiritual, la energía interna crecía exponencialmente.
“Comandante General, deberíamos atacar juntos. Las tropas enemigas aún están en estado de confusión. Si los más poderosos en nuestro ejército le atacan a la vez, incluso si es un Guerrero Espiritual, podríamos a tener alguna chance de vencerlo” Comentó Huang Cun, el ex Comandante General de la tribu Escorpión Negro le expresó su opinión sincera a Ryou.
Por otro lado, Suki Tora, Gu Heng, Kui Yu, Gu Lei, y los demás que conocían a Ryou desde hace mucho tiempo, guardaron silencio. Ellos sabían que si el plan de Ryou fuera involucrarlos en una pelea contra un Guerrero Espiritual, sin duda les habría informado con anticipación y habría armado un plan de batalla acorde para hacerlo.
“Eso no será necesario, yo solo lidiaré con él” Sentenció Ryou con confianza.
Pero Huang Cun estaba reacio a creer esas palabras. Como ex súbito de la tribu Plumas Sagradas, conocía muy bien la reputación y el poder de batalla de Wang Mang.
Aunque nadie sabía quién era el Guerrero Espiritual más fuerte en el Gran Desierto Oscuro, debido a que estos personajes como figuras supremas de sus tribus no combatirían entre sí normalmente, la realidad era que todos sabían que Wang Mang era el más talentoso de todos. Esto era debido a que a diferencia de los demás, Wang Mang había logrado llegar a este rango a una edad muy temprana. De hecho actualmente era una persona de mediana edad que aun podía seguir progresando en su cultivo con el tiempo.
Al llegar a este rango, la vida de un cultivador se prolongaría, incluso podría triplicar a la de un ser humano ordinario en raros casos. Esto dependía de a qué edad la persona hubiera alcanzado el rango de Guerrero Espiritual. Los ancianos que lo lograban, tan solo extenderían sus vidas entre 20 y 40 años, pero alguien joven podría llegar a vivir unos 100 años más de lo normal sin problemas, al romper en este rango. Por ende, la creencia popular era que Wang Mang superaría a todos sus rivales, del Gran Desierto Oscuro, con el pasar del tiempo. Esto era prácticamente un hecho, debido a que con sus 40 años, era el único Guerrero Espiritual que aún era considerado joven en todo el desierto.
Por esta razón ¿Cómo podría Huang Cun creer que un jovencito como Ryou, por más talentoso que fuera, pudiera vencer a un ser supremo como Wang Mang?
Incluso si Ryou era un genio sin igual que logró milagrosamente llegar hasta el pico del rango Gran Guerrero a su edad, había una diferencia enorme con un Guerrero Espiritual. Incluso a un genio supremo como Wang Mang le tomó una década entera romper en su rango actual, desde el pico de Gran Guerrero.
“Estaré listo por si me necesita” Comentó Huang Cun alejándose lentamente, en el fondo no creía que su joven Comandante General pudiera hacerle frente a este enemigo pero al menos le daría la oportunidad de darse cuenta de su error por sí solo. Por supuesto todos estos pensamientos eran solo algo que Huang Cun tenía, los demás altos mandos de su ejército, que habían visto con sus propios ojos reiteradas veces las capacidades de Ryou, no dudaban de sus palabras y confiaban ciegamente en su joven Comandante General.
“Te propongo el mismo trato que a tu Comandante Interino, tengamos una simple lucha individual que decida el ganador de esta guerra” Expresó Ryou mirando al Jefe Tribal.
Wang Mang, que tenía el rostro oculto bajo su túnica, soltó un chasquido de labios, e ignorando la propuesta de Ryou, preguntó directamente con su voz fría y calmada:
“¿Quién mató a mi hija Wang Mei?”
Los huesos de las personas de la tribu Roca Ardiente vibraron con esta pregunta, no solo porque conocían la respuesta, sino también porque el tono de voz usado por Wang Mang podría congelar del miedo a cualquiera.
Su aura y presencia ya era intimidante, pero por alguna razón, su tono de voz era aún más poderoso e increíble. Parecía como que el demonio hubiera descendido en el mundo terrenal para aterrorizar los corazones de las personas.
Suki Tora, Gu Kuan, Ingrid Randversson y los demás, que habían estado presentes en aquel día, sabían que fue Ryou quien engaño al vizconde Baku Naranbaatar para que asesine en su nombre a Wang Mei y al resto de la comitiva de la tribu Plumas Sagradas. Por otro lado esto era un secreto que solo algunos sabían, mientras el resto pensaba que hubo un experto oculto que los ayudo en ese momento.
Por esta razón, el pensamiento de todos ellos era simplemente decir que el Vizconde los había traicionado y cargarle con la culpa de la situación al Ducado Kherguita. De esa forma quizás podrían salir con vida hoy incluso si perdían esta batalla y además no había ninguna forma de que Wang Mang comprobara lo contrario.
Pero antes de que alguno se atreva a responder, Ryou comentó con un tono burlesco mientras fingía esforzarse por recordar una situación de poca importancia:
“¿Wang Mei? Hmm… si recuerdo bien creo que había una chica fea con ese nombre, cuya tráquea fue destruida y luego su cabeza fue aplanada contra el suelo… Lo recuerdo solo porque arruinó una bella alfombra, manchándola con sus sesos”
Los ojos fríos, del Jefe Tribal, brillaron con intensidad asesina mientras escuchaba al joven delante de él. Pero lejos de dar un paso atrás, Ryou agregó:
“¡Y también porque fui yo quien dio la orden de hacerlo!”
El ex comandante Huang Cun, que no sabía nada de esto hasta ahora, abrió sus ojos hasta el punto que parecían dos enormes huevos. Su cara era caricaturesca mientras pensaba:
“¡Ok! ¡Ahora si la has cagado Ryou!”
Una cosa era una guerra por territorios, donde ambos bandos perderían tropas y eventualmente habría un ganador que cosecharía las recompensas de la guerra saqueando a los perdedores. Los más poderosos siempre podrían sobrevivir en un escenario así incluso si eran derrotados, con tan solo jurar lealtad al ganador y pagarle un fuerte tributo al mismo. Pero ahora Ryou había convertido esta guerra en algo personal para Wang Mang, las posibilidades de escapar con vida hoy en caso de perder se habían reducido considerablemente.
“Supongo que no he vivido tan mal hasta ahora…” Pensó el ex Comandante General, de la tribu Escorpión Negro, con resignación en su rostro, mientras observaba con recelo a Ryou.
El Jefe de la tribu Plumas Sagradas dio un paso al frente y, sosteniendo su arma con fuerza, declaró fríamente:
“¡Hoy morirás!”
Nuevamente su tono y potencia de voz congeló a todos los presentes, era algo extraño y anormal que podría paralizar durante algunos segundos incluso hasta al más valiente veterano de guerra.
Pero Ryou solo se bufó, y haciendo un gesto con su mano, como si estuviera espantando una mosca, declaró:
“¡Haha! Tu Camino de la Voz es bueno pero no lo suficiente para afectar mi mente, tendrás que practicar 1000 años más antes de volver a internarlo”
El jefe Wang Mang parecía sorprendido, una de sus técnicas secretas más increíbles, El Camino de la Voz, no solo era conocida por su joven oponente, además no lo afectaba en lo más mínimo. Solo había dos explicaciones para esto. Su oponente era mucho más poderoso que él o su mente era imperturbable y clara, como un cielo sin nubes.
Pero ambas cosas eran imposibles, este joven tenía solo 13 años y para desarrollar un estado mental superior se necesitaban décadas enteras de entrenamiento mental. Respecto a la primera opción, la descartó de inmediato. Era imposible que un pequeño junior fuese mucho más poderoso que él, quien era considerado el genio número 1 en todo el Gran Desierto Oscuro, desde hace bastante tiempo.
“La respuesta correcta debe ser otra…” Pensó Wang Mang, mientras se esforzaba por intentar hallar una solución coherente a su pregunta. Luego recordó que, según los rumores, Ryou era un talentoso alquimista. Y según había leído en algunos libros antiguos, existía una poderosa poción que permitía forzar la claridad mental de quien la bebiera durante algún tiempo. Sintiendo que había hallado por fin la respuesta correcta, y siguiendo su propia línea de pensamiento, decidió no seguir dándole más vueltas al asunto.
“Incluso si puedes resistir mi Camino de la Voz, un Guerrero Espiritual como yo tiene muchos otros métodos poderosos que me permiten derrotar fácilmente a un Gran Guerrero como tú” Pensó el Jefe Tribal, preparándose para atacar.
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